El defensa brasileño Serginho sufrió un paro cardiaco
28 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El futbolista Serginho, defensa del Sao Caetano, falleció la madrugada del ayer en un hospital tras sufrir un paro cardiaco sobre el césped, a los 59 minutos del partido que su equipo disputaba contra el Sao Paulo, correspondiente a la Liga brasileña. Serginho, que cumplió 30 años el pasado 19 de octubre, se desplomó inconsciente de forma súbita, sin haber chocado con ningún rival, y fue auxiliado por los médicos sobre el terreno de juego, antes de ser trasladado al centro hospitalario de Sao Paulo en el que falleció minutos después. La muerte de Serginho es la tercera que afecta a un futbolista profesional en pleno partido en menos de año y medio, tras la del camerunés Foé (28 años), durante un Camerún-Colombia, y la del húngaro Miklos Feher (24 años), que defendía los colores del Benfica que dirigía José Antonio Camacho y perdió la vida el pasado mes de enero mientras se enfrentaba al Vitoria de Guimaraes. El presidente del Sao Caetano, Jairo Leal, fue el primero en hacer pública la luctuosa noticia de la muerte de Paulo Sergio de Oliveira Silva, Serginho , símbolo del modesto club en su reciente aparición en la gran escena del fútbol brasileño. Desde que el Sao Caetano sorprendió a todos llegando a la final de la Copa Joao Havelange (nombre del campeonato brasileño de 2000), Serginho era titular indiscutible en la banda izquierda de la defensa del equipo. Zaguero extremadamente fuerte, de casi 1,90 de estatura, Serginho era, sin embargo, un jugador técnico y extremadamente respetado por los delanteros adversarios, ya que raramente apelaba a la violencia o la potencia física para anular a sus contrincantes. La noche del miércoles, cuando se desplomó inconsciente sobre el césped, el médico del club dijo que cuando llegó hasta donde el jugador estaba tendido percibió que la situación era crítica debido a un paro cardiorespiratorio. Después, un escueto parte médico del hospital indicó que «el jugador no resistió al tratamiento y falleció poco más de media hora después de haber ingresado». Antes de conocer el desenlace, el portero del Sao Caetano, Silvio Luiz, reconoció que Serginho sabía que tenía un problema en el corazón, pero que desconocía la gravedad y no seguía ningún tratamiento. Aún sobre el terreno de juego, Silvio Luiz explicó que el defensa le había confiado que unos recientes exámenes médicos, a los que se había sometido, habían revelado problemas en el corazón, pero que no era posible saber la gravedad de los mismos hasta que se sometiera a nuevas pruebas. Después de lo ocurrido, el árbitro suspendió el partido. «Conversé con los capitanes de los dos equipos. Ninguno estaba en condiciones de seguir jugando», admitió el árbitro. El fútbol brasileño no vivía una tragedia semejante desde 1982, cuando el jugador Carlos Alberto, del Recife, falleció en el campo a causa de un ataque cardíaco.