La batalla entre el continuismo de Ángel Villar y la renovación de Gerardo González Otero finaliza hoy con las elecciones de la federación
25 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.La suerte de la Federación Española de Fútbol (RFEF) para los cuatro próximos años pasa por lo que decidan hoy un máximo de 179 personas, de ellas 19 presidentes de territoriales y únicamente 17 futbolistas profesionales. Ellos asumirán a las once de la mañana la responsabilidad de dar mayoritariamente su confianza por quinta vez consecutiva a Ángel Villar o de aceptar la renovación que propone el gallego Gerardo González Otero. Sebastián Losada, el tercer candidato en liza, aparece como un simple convidado de piedra en la actualidad, pero con aspiraciones de corredor de fondo. Las urnas protagonizan el penúltimo y democrático capítulo de un serial de casi dos años marcado por acusaciones de corrupción en la federación, imputaciones a cuatro miembros de la anterior junta directiva (los vicepresidentes Juan Padrón y Juan Espino, el administrador general José María Castillón y el ex árbitro Antonio Borras del Barrio) e investigaciones del Tribunal de Cuentas, la Agencia Tributaria, la Fiscalía Anticorrupción y el CSD. Un culebrón que arrancó cuando hace un par de inviernos los dos grandes rivales de estos comicios acabaron con una relación de casi tres lustros deteriorada por capítulos como los protagonizados por Padrón, al que se acusa de negocios turbios con Puma y de viajes con su familia a costa de la federación. El proceso que hace meses apuntaba a una victoria cantada de Villar, por aquello de que quien tiene el poder habitualmente controla los resortes, ahora se presenta igualadísimo. Con sus denuncias y compromisos de regeneración, el mensaje de Gerardo González Otero, unido en su candidatura a Gerardo González Retamero, ha calado entre muchos asambleístas. Tanto es así que en los estamentos donde ha tenido lugar una consulta previa para decidir el voto sindicado (clubes profesionales, fútbol sala y territoriales catalana y riojana) siempre ha ganado su opción. La gran duda reside en saber si en el momento de emitir el voto, que es secreto, este corporativismo se mantiene. Una incógnita que se ejemplifica en el presidente del Barça, Joan Laporta, que decidirá si se sitúa con la federación catalana a favor de González o se decanta por un Villar que no clausuró el Camp Nou y que tiene como ideólogo a Joan Gaspart.