El piloto alemán Michael Schumacher se impuso al francés Sébastien Loeb en el duelo que enfrentó en el Estadio de Francia al campeón del mundo de fórmula 1 y al campeón del mundo de rallies. Un trazado de asfalto de un kilómetros sustituyó a la habitual pista de atletismo del estadio de Saint-Dennis, en la que Schumacher y Loeb, al volante de sendos ROC cars diseñados específicamente para la ocasión, se disputaron el honor de salir victoriosos en el duelo de campeones, que se decantó del lado del germano por dos mangas a una. Tras la carrera de exhibición entre Schumacher y Loeb, el estadio francés vivió la auténtica Carrera de Campeones, en la que ocho pilotos de circuito y ocho de rallys se enfrentaron en sus respectivas categorías al volante de los Ferrari 360 Modena, Peugeot 307 WRC y Xsara WRC. Aquí saltó la sorpresa, ya que el joven piloto finlandés Heikki Kovalainen, campeón de las World Series by Nissan 2004, se mostró en el estadio parisino como el mejor de los pilotos que disputaron tan particular duelo, al derrotar en la final al Sébastien Loeb por 2-0. Antes de batir a Loeb en la final de la decimoséptima edición de la Carrera de Campeones, Kovalainen se deshizo, en la categoría de pilotos de circuito, del británico David Coulthard, del veterano Jean Alesi y, en última instancia, del propio Michael Schumacher.