Temor a las consecuencias si el discapacitado gana el caso

La Voz

DEPORTES

15 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Si Oscar Pistorius ganara el caso, su ejemplo sentaría jurisprudencia y la carrera por dotarse de medios técnicos se haría incontrolable. Pero el sudafricano quiere simplemente que se le reconozca el derecho a «correr con las prótesis, sin las que no podría andar».

«¿Dónde está el problema?», se pregunta Pistorius. Él reivindica el derecho moral a utilizar las prótesis, fabricadas en Islandia, y que tienen un coste de unos 12.000 euros. Asegura que no se trata de una ayuda «pensada para ricos» y añade que su combate tiene que ser interpretado como una ayuda a la comunidad de discapacitados. Blade Runner , como le apodó la prensa sudafricana, había sido autorizado a alinearse en la carrera B de 400 metros de la reunión de la Golden League de atletismo de Roma, el 13 de julio pasado. Entonces, Pistorius ganó notoriedad y comenzó la polémica.

Si embargo, muchos deportistas minusválidos, conocedores de sus ventajas económicas para competir con superioridad sobre sus rivales, no lo consideran como uno de los suyos. Pistorius no acaba de encontrar su lugar.