Denis Menchov, Michael Rasmussen y Georg Totschnig están, según la televisión alemana ARD, bajo sospecha de practicar el dopaje sanguíneo valiéndose de los servicios de un laboratorio vienés al que habrían recurrido cerca de treinta deportistas. La cadena ARD añade, además, que la mayoría de los implicados practican deportes de invierno, pero solo revela nombres de ciclistas.
Parece ser que dos tercios de los atletas involucrados son alemanes y que gran parte de ellos pertenecen a la élite mundial. El secretario general de la Confederación Olímpica del Deporte Alemán (DOSB), Michael Vesper, calificó las informaciones de «preocupantes», aunque dijo que aún era necesario confirmar su veracidad.
El experto en materia antidopaje Wilhelm Schanzer comparó el caso con la operación Puerto. El laboratorio en cuestión habría sido investigado por las autoridades austríacas después de que el ex-presidente de la Agencia Mundial Antidopaje, Richard Pound, escribiera una carta asegurando que había «buenas razones» para pensar que allí se practicaba el dopaje sanguíneo.
La primera pista fue dada por el semanario alemán Die Zeit el pasado noviembre, cuando publicó un artículo con declaraciones del juez Arnold Riebenbauer que, cuando investigaba al equipo austríaco en los Juegos de invierno de Turín, encontró indicios que lo llevaban a «un laboratorio vienés».