El entrenador del Mallorca, próximo rival deportivista, abrió ayer un blog en la página web oficial del club donde comenta el último partido de su equipo
18 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Junto a Benito Floro, unió la psicología y el fútbol profesional. Ahora acaba de debutar como entrenador global. La página oficial en Internet del Mallorca (rcdmallorca.net) publicó ayer su primer comentario. Es el blog de Gregorio Manzano que, según escribe el propio técnico, «nace con la intención de compartir con vosotros en primera persona mis impresiones sobre lo que ocurre antes, durante y después de los partidos». Hasta ahora es el único caso entre los técnicos de Primera. En el Valladolid firman dos jugadores, el gallego Borja Fernández y su compañero Iñaki Bea.
Manzano abrió la página inicial de su cuaderno virtual tras la derrota del domingo del Mallorca frente al Espanyol. Un resultado que rompe la racha de su equipo, invicto durante las nueve últimas jornadas. Después de entrenar a más de media docena de equipos menores, el entrenador andaluz, de 51 años, se dio a conocer en Segunda de la mano del Toledo (donde eliminó al Madrid de la Copa) y saltó al Valladolid en 1999. Desde entonces no ha dejado de entrenar en la máxima categoría con un estilo que mezcla su gusto por la pizarra y mucha mano izquierda en el vestuario. Profesor de Psicología en la Escuela de Entrenadores de Sevilla en su primera etapa en el Mallorca conquistó el primer trofeo en la historia del club balear: la Copa del Rey. Fue la explosión de Eto'o.
Las opiniones de Manzano en su blog van desde las reflexiones propias de un diario personal -«la semana anterior al partido me sorprendió la noticia de la marcha de Pereyra. De verdad, nunca podía pensar que pudiera pasar»-, hasta cómo elaboró el once inicial, un secreto que los entrenadores suelen guardar bajo siete llaves: «Me decidí por Jonás en vez de Borja teniendo en cuenta que el Espanyol tiene unas de las mejores bandas de la Primera División (Riera y Valdo). El partido comenzó en los vestuarios cuando los entrenadores nos intercambiamos las alineaciones, el rival presentaba a Lola para anular al Caño y a Ewerthon para buscar velocidad en ataque».
Hasta escribe su particular crónica: «La primera parte del partido fue de un gran control del juego. Marcó Güiza y al descanso el resultado era justo y merecido. El equipo estuvo sobresaliente. Se encienden las alarmas, Güiza no está bien, y diseñamos el plan si tiene que salir del partido. Ganamos. El recambio es Borja para controlar el balón y el marcador. Antes de la retirada de Dani podíamos haber sentenciado el partido. No fue así». Tampoco rehúye la polémica y critica la labor del colegiado: «El Espanyol se benefició de una jugada en la que el árbitro debió expulsar a un jugador blanquiazul, y en la jugada posterior acertó Luis García».
«El equipo no mereció la derrota -añade el entrenador en su análisis-, el empate hubiera sido injusto y la victoria nadie la hubiera discutido. Lo que sí hay que discutir es que el error decisivo del partido -Manzano no se refiere a las ocasiones erradas por sus delanteros, sino a la decisión arbitral- lleve como consecuencia las amonestaciones posteriores [una expulsión y otras dos amarillas que acarrean suspensión] que nos condicionan para el partido contra el Deportivo».
Una victoria el sábado le devolvería la sonrisa. «Está en juego abrir la primera puerta de la permanencia, un año más, en Primera División», afirma en la Red. Será una nueva página en el cuaderno de Manzano.