Roger Federer y Novak Djokovic ofrecieron una de cal y otra de arena en la tercera jornada de Wimbledon. El suizo pasó a segunda ronda tras vencer al sueco Robin Soderling por 6-3, 6-4 y 7-6 (3) y el serbio se despidió al caer ante Marat Safin. Federer sigue inventando su tenis muy particular. Ante Soderling cuajó dos primeros sets modélicos, mientras que en el tercero se complicó un poco la vida.
En cualquier caso, el bombazo de ayer lo constituyó la sorprendente eliminación de Djokovic, tercer cabeza de serie y reciente finalista en el Queen's, a manos del ruso Safin. El partido duró poco más de dos horas, con el resultado de 6-4, 7-6 (3) y 6-2. Fue un duelo de contrastes muy marcados. Mientras Safin hizo recordar al que el 20 de noviembre del año 2000 se encaramó al primer puesto de la clasificación mundial, el balcánico se convirtió en una máquina de producir errores no forzados (38 en total). En esa tesitura de irregularidad, parecía claramente imposible que Djokovic pudiera salir adelante ante un rival muy crecido.
Por momentos, de ambas raquetas salió un tenis tan explosivo que daba la impresión de que los dos jugadores alcanzaban un nivel de brillantez impensable. Safin no se anduvo por las ramas y fue a la suma de puntos con golpes largos o cruzados desde el fondo de la pista. Djokovic intentó dar la réplica, pero estaba desconocido. En el saque también fue superior el ruso (con siete puntos directos), en tanto que su oponente se quedó en solamente cuatro.
Aunque el desarrollo del encuentro reflejó la debilidad de uno, el serbio, y la fortaleza del otro, el ruso, hay que decir que en el segundo set Djokovic tuvo sus opciones, pero cometió demasiados fallos en el desempate. En la tercera manga recobró Safin el mando del juego, demostrando que si se lo propone puede remontar posiciones.
Un gran tenis
Lo que hizo el ruso en este duelo fue de gran campeón. De sus ideas salió lo que se dice un tenis elevado a la enésima potencia. Golpes durísimos, angulados, paralelos, en definitiva, una actuación espléndida, pero no para los organizadores, que lamentan el fuera de combate del tercer favorito.
Djokovic sufrió su segunda derrota ante Safin después de dos enfrentamientos. El anterior tropiezo del serbio tuvo lugar en la primera ronda del Open de Australia 2005 por un contundente 6-0, 6-2 y 6-1.
«No he hecho nada de lo que se supone que tenía que hacer. Fue un mal día y la verdad no esperaba perder en tres sets», se excusó Djokovic. Marat Safin comentó: «Tengo que agradecer a los organizadores que hayan preparado unas pistas tan lentas».