Los Ford de Jari-Matti Latvala y Mikko Hirvonen estaban en cabeza del Rali de Nueva Zelanda ayer en Hamilton, por delante de Sébastien Loeb (Citroën C4), tercero después de haber levantado el pie al final del día como táctica cuando lideraba la prueba.
Loeb inició la jornada con 27 segundos de retraso sobre Hirvonen, que abría la ruta y estaba obligado a limpiar una espesa capa de gravilla. El francés se aprovechó de su posición favorable y recuperó 20 segundos al finlandés en tres especiales (ES6 a ES8).
Pero Loeb quería evitar el riesgo de limpiar la ruta hoy en las últimas cinco especiales (85 km cronometrados). Es la primera vez que Loeb utiliza una táctica experimentada con éxito por Ford en Jordania, a costa de Dani Sordo, y utilizada de nuevo en Turquía cuando Loeb, obligado a limpiar la ruta, tuvo que contentarse con la tercera plaza en el podio.