Rossi y Simoncelli cierran su gran temporada desde el podio de Valencia en un año sin títulos para España
27 oct 2008 . Actualizado a las 02:15 h.Cheste puso el telón a una temporada magnífica para el espectáculo y no tan positiva para las dos ruedas españolas. Por primera vez en seis años, España se quedó sin su habitual título, después de las coronas aportadas por Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y Álvaro Bautista. Italia toma el relevo. Valentino Rossi y Marco Simoncelli llegaban a Valencia dispuestos a degustar la gloria de verse campeones en el 2008 pasase lo que pasase en Cheste. Y, mientras Marco apuntalaba su alegría con otra victoria, Rossi, zorro viejo, lo tomaba con calma y despedía su gran año con un podio.
Dani Pedrosa no pudo a lomos de su novedosa Honda blanca con el imponente Casey Stoner, un chollo para Ducati aunque no ha podido repetir el galardón universal del 2007. Pero la afición española pudo disfrutar de una bonita carrera de MotoGP. Tras ocho largos meses de alegrías, disgustos, sustos y emociones, el italiano Valentino Rossi se aplicó al máximo para demostrar su condición de número uno en un circuito que detesta. Pero su espectacular remontada resultó insuficiente.
Después de perder en Cheste el título de campeón del mundo en el 2006 y de fracturarse una mano la temporada pasada, Il Dottore solo había conseguido el décimo mejor tiempo en los entrenamientos previos a la carrera de ayer. Al arrancar tan atrás, poder sumar su décima victoria en una misma temporada, la de su regreso al título, parecía una utopía en un circuito que se le atraviesa. Pero se empleó a fondo ante siete pilotos y logró un podio muy meritorio.
El mallorquín Jorge Lorenzo completó una actuación discreta y, a pesar de escalar posiciones, solo pudo firmar la octava plaza. De nuevo quedó patente que el trazado valenciano no beneficia a su Yamaha, y menos con neumáticos Bridgestone. No obstante, el piloto de origen gallego puede sentirse orgulloso con su primera temporada en MotoGP, en la que ya pudo saborear su primer triunfo y varias poles. Por eso fue reconocido como el piloto revelación de la temporada pese a sus múltiples y graves caídas.
En el cuarto de litro, Simoncelli ya se había coronado campeón del mundo en el pasado Gran Premio de Malasia, celebrado hace una semana en Sepang. El italiano fue muy criticado por algunas maniobras poco limpias a lo largo de la temporada, pero su dominio es indiscutible. En el circuito Ricardo Tormo venció en una carrera sin incidentes reseñables en la que, eso sí, se vio beneficiado de la caída del finlandés Mika Kallio en la última vuelta. Aunque los clásicos dicen que los males ajenos no deben celebrarse, el error de Kallio fue bastante festejado en Cheste por la sencilla razón de que permitía a Bautista encontrarse con el podio in extremis .
En una actuación española bastante discreta, Héctor Faubel entraba en sexta posición, por delante de su compatriota Aleix Espargaró y por detrás del nipón Hiroshi Aoyama.