El campeón olímpico de 1.500 metros en los Juegos de Pekín, el marroquí nacionalizado bahreiní Rashid Ramzi, se encuentra entre los seis deportistas que han dado positivo por CERA, la EPO de tercera generación, durante la revisión de muestras de sangre efectuada por el Comité Olímpico Internacional (COI) tras la competición. En caso de confirmarse el positivo de Ramzi en el contraanálisis, Ramzi perderá su medalla de oro, con lo que el título de los 1.500 será para el keniana Asbel Kiprop. El español Juan Carlos Higuero, que quedó quinto en la final, ascendería hasta la cuarta plaza.
«Felicito al COI porque ha pillado a un tramposo. Ramzi es uno de los que ha estado ganando medallas en Juegos y Mundiales de una manera muy sospechosa, sin aparecer por ningún sitio, sin participar antes en las carreras, seguramente para que no le pillaran. Siempre habíamos sospechado de él, porque lo suyo no era normal», declaró Higuero.
Además de Ramzi, también han sido cazados con CERA tras la disputa de los Juegos el ciclista italiano Davide Rebellin, subcampeón olímpico en ruta en Pekín; el corredor alemán reincidente Stefan Schumacher, que ya dio positivo por la misma sustancia en el pasado Tour de Francia; la atleta griega Athanasia Tsoumeleka, campeona olímpica de 20 kilómetros marcha en Atenas 2004; la croata Vanja Perisic, especialista en 800 metros; y la haltera dominicana Yudelquis Contreras, campeona panamericana en el 2007 en la categoría de menos de 53 kilos y quinta en Pekín.
El caso de Tsoumeleka
Tsoumeleka dio positivo justo antes de los Juegos de Pekín, y anunció que ponía una pausa en su carrera cuando la noticia de su dopaje fue revelada, el pasado 17 de enero. El control fatal fue realizado el 6 de agosto, algunos días antes de que Tsoumeleka terminara novena en los 20 kilómetros marcha en Pekín. Por su parte, Perisic fue eliminada en la primera ronda de los 800 metros en Pekín, al ser sexta y penúltima de su serie.
Con los seis nuevos casos, el total de positivos en Pekín asciende ya a veintidós.