Roger Federer aseguró, tras adjudicarse su sexto título de Wimbledon, que la final disputada ayer contra el estadounidense Andy Roddick fue «un partido loco» después de que hicieran falta treinta juegos para decidir el quinto y definitivo set. El suizo se colocó nada más acabar el duelo una cazadora con el número 15 bordado en un extremo, exactamente la misma cantidad de títulos del grand slam que ha ganado en una carrera de leyenda. Supera los 14 títulos conseguidos por el estadounidense Pete Sampras, quien estuvo presente en la pista, y a quien agradeció su asistencia y le dijo que es «una leyenda» de este deporte. Federer se acordó de él: «Es un momento increíble de mi carrera. Pete [Sampras], ¡gracias por haber venido!», declaró el ganador.
El suizo resaltó el buen trabajo realizado por Roddick, su rival: «Él jugó de forma increíble, jugó un extraordinario campeonato. Pero, desafortunadamente, en tenis siempre tiene que haber un campeón». «No te preocupes, yo llegué hasta aquí el año pasado y Nadal me ganó en cinco sets. Estoy convencido de que regresarás y serás campeón también», le dijo a un Roddick hundido por su derrota.
El suizo recordó de esta forma durante su alocución en la pista central de Wimbledon la derrota que sufrió hace un año frente a Nadal, quien le venció en una de las finales más vibrantes de la historia del torneo londinense.
De nuevo número uno del mundo, puesto que le arrebata esta semana a Nadal, Roger Federer recordó que el español no pudo acudir a Wimbledon por una lesión.
Además de sus 15 grandes títulos, el suizo es el segundo tenista en activo con más victorias en hierba (88, por las 93 de Leyton Hewitt). Y consiguió un tercer récord: suma veinte finales de majors , superando la anterior cifra del tenista checo Ivan Lendl. Todo ello lo festejó con un grito de ánimo, un «Come on!» (¡Vamos!) mirando a su mujer, embarazada.
La pista central de Wimbledon dedicó una sonora ovación al perdedor, el estadounidense Andy Roddick, quien agradeció el gesto e intentó contener la emoción tras las más de cuatro horas que duró el partido, y en el que luchó hasta el final para alzarse con el trofeo.
La resistencia del americano
Roddick admitió que pudo encarrilar el partido en el segundo set. «Somos humanos, no cyborgs » recordó para explicar que los tenistas tienen «dos opciones» con cada punto: «Venirse abajo o seguir», y que él prefirió escoger la segunda después de ceder cuatro bolas de set en el tie break de la segunda manga.
El estadounidense negó que su derrota fuera «cruel» y felicitó al campeón, además de dirigirse a su compatriota Sampras para pedirle disculpas por no haber conseguido evitar que Federer lo sobrepasara. «Lo intenté. Lo siento Pete», añadió.