Comienza el espectáculo de Bolt

Adrián Dennis

DEPORTES

«Estoy preparado», dijo en una rueda de prensa en la que apareció con dos brazos postizos en forma de rayo

14 ago 2009 . Actualizado a las 02:57 h.

Relajado, sonriente y bromista, el jamaicano Usain Bolt dio ayer un pequeño adelanto del espectáculo que todo el mundo espera en el Mundial de Atletismo de Berlín, donde pretende superar incluso su actuación de los Juegos Olímpicos de Pekín.

«Va a ser más duro, pero estoy preparado para mejorar lo del año pasado», dijo el plusmarquista mundial de 100 y 200 metros en una sala abarrotada de gente en el Yaam Beachclub, quizá el local más parecido a la lejana Jamaica en toda la capital alemana.

Banderas jamaicanas, ritmos caribeños y una playa a la orilla del río Spree formaron parte del escenario elegido para presentar, frente a unos 300 periodistas y 20 canales de televisión, al hombre más veloz del mundo.

Si no hubiera sido por los poco más de 20 grados centígrados que había fuera del recinto que acogió la abigarrada rueda de prensa del esprínter, el lugar podría haberse confundido con un local jamaicano.

En ese ambiente, Bolt se presentó incluso más relajado que de costumbre y no dudó en presentarse ante los fotógrafos con unos brazos postizos sobre los hombros que imitan su peculiar gesto del relámpago, toda una promesa de éxito en los puestos de recuerdos aledaños al Estadio Olímpico.

Allí, sobre la recta principal del novedoso tartán azul, será donde Bolt afrontará el domingo su momento más importante del año. En menos de diez segundos se decidirá quién es el campeón del mundo de los 100 metros, y solo hay un hombre que parece capaz de arrebatarle ese título al jamaicano, el estadounidense Tyson Gay.

«Tengo muchas ganas de que llegue ese enfrentamiento con Gay», aseguró ayer Bolt. «Estoy preparado, solo quiero correr, no puedo esperar a estar en la pista».

Una batalla y una carrera

Para el estadounidense, serio y parco, el hectómetro será «una batalla»; para el jamaicano, risueño y cool, solo es «una carrera».

«Yo no me siento presionado. No tengo preocupaciones. Para mí competir es divertido», asegura el caribeño, de 22 años.

Bolt disfruta con el rugir del público, con el ambiente del estadio, con el fulgor de los flashes. Sus extravagantes celebraciones en Pekín incluso molestaron al presidente del COI, Jacques Rogge, que pensó que eran irrespetuosas hacia los rivales.

Pero los fans disfrutan y Bolt lo sabe. «Si gano, habrá un baile nuevo», prometió el velocista, cuya explosión dejó al mundo con la boca abierta en el 2008.

Bolt no solo ganó los 100, 200 y 4x100 metros de los Juegos Olímpicos de Pekín, sino que en todas las pruebas marcó un nuevo récord mundial. El velocista jamaicano no se considera imbatible, pero su cara, entre sonrisa y sonrisa, no deja traslucir ni una sombra de duda. Y por si alguien la tiene, el plusmarquista intentó despejarla con su frase más repetida: «Estoy preparado».

Ya nadie duda de que Usain Bolt va a por todas. Al número uno de la velocidad le va el espectáculo y quiere contagiar de él a todos sus fans. En Berlín saldrá a por todas y con ganas de que el suyo siga siendo el espectáculo número 1.