Un Mundial para recuperar el terreno perdido

M. Ferreiro? / ?I. Antelo

DEPORTES

07 mar 2010 . Actualizado a las 03:00 h.

El Mundial 2010 se conjuga en pasado, presente y futuro. Fernando Alonso y Ferrari cabalgarán por fin juntos. Sus caminos se unieron después de discurrir por sendas tortuosas en el 2009, el año en el que las grandes escuderías mordieron el polvo levantado por el difusor trasero de Brawn GP. Pero Alonso se encontrará con otros tres campeones del mundo, con enemigos de distintas generaciones. Regresa Michel Schumacher de la mano de Ross Brawn. Lewis Hamilton emprenderá un nuevo asalto al título en McLaren junto a Jenson Button, vencedor del último campeonato, aunque con menos galones que sus rivales. Sebastian Vettel, la penúltima perla alemana del motor, intentará seguir escalando con el emergente Red Bull. Y todas sus intenciones convergerán en Bahréin el 14 de marzo.

La temporada comenzará con sabor español en la parrilla gracias al propio Alonso, a Pedro Martínez de la Rosa (Sauber) y a Jaime Alguersuari (Toro Rosso). Pero el 2010 se presenta también como el año de la revancha de Ferrari y McLaren tras una temporada funesta. Los coches del equipo italiano se han mostrado sólidos y fiables en las tandas largas realizadas durante los entrenamientos. La escudería británica ha mostrado su potencia a una sola vuelta, por lo que parece una de las favoritas en la lucha por la pole de las primeras carreras. Red Bull, que ha optado por seguir desarrollando el monoplaza del 2009, completa la terna de equipos que ha despuntado en los test realizados durante este invierno. El coche de Adrian Newey sigue la estela de los aspirantes al mundial.

Pero Ross Brawn parece haberse descolgado del grupo de favoritos. Mercedes presenta muchas dudas. Y es improbable que el británico vuelva a colar una genialidad como la del difusor trasero. Quizás Schumacher esté condenado a luchar entre los modestos en su regreso.

El 2010 asoma también como un año de nuevas guerras intestinas. El mundial será una prueba para la convivencia entre Alonso y Felipe Massa, y la de Hamilton y Button. Y para vencer en la fórmula 1 es necesario ganar también las batallas de los boxes y los duelos de los despachos.