Luces de alarma en Ferrari

José Carlos J. Carabias ESTAMBUL/COLPISA.

DEPORTES

30 may 2010 . Actualizado a las 02:28 h.

Ferrari vive, por su leyenda y su aura, expuesto a un juicio sumarísimo. Es la ley no escrita que rige para el coloso. Para lo bueno y lo malo, cada novedad se digiere a la tremenda. Alonso saldrá hoy duodécimo ( 14.00 horas, La Sexta ). Massa ocupará la octava plaza. Los dos cabalgaron ayer tan lejos de su hábitat natural que, de improviso, antes de que la carrera de Turquía exponga que la escudería afloja, el jefe sacó el látigo. Stefano Domenicali exigió a media tarde, con la cabeza todavía caliente por el mal resultado, una «reacción inmediata» de todos los integrantes. Porque de nuevo Red Bull volvió a dominar con un Mark Webber imparable que conquistó su tercera pole consecutiva.

Lo que empezó como un cuento de hadas, con Alonso diciendo que era el mejor coche que había conducido en su vida y el liderato en Bahréin, se ha convertido en un dolor de cabeza. El nudo gordiano reside en las expectativas. Alonso fichó por Ferrari y, empezando por la propia y lógica ilusión del piloto, se contagió una cadena que, inconscientemente, hizo pensar a muchos que el título se ganaba sin bajar del autobús.

Newey tomó el mundial

Llegó Adrian Newey, el factótum de la aerodinámica de Red Bull, y rápidamente decretó el final de la abundancia. Los energéticos han tomado el mundial al asalto con sus coches galácticos, con siete de siete poles y tres victorias de seis posibles, y han relegado a todos los demás.

Alonso, que vivía en la felicidad de su entrega total a Ferrari, ha cometido algunos errores en esta temporada. En Italia lo zarandearon. En España se le disculpó más. Pero ayer el asturiano no se atribuyó ninguna culpa. Vino a decir que el coche no daba más. Fue un sábado negro para el doble campeón mundial, que nunca alcanzó suficiente velocidad con su Ferrari para arrimarse a los mejores. Y había cuatro coches muy superiores en la pista: los inevitables Red Bull, los mejorados McLaren, los constantes Mercedes y los sorprendentes Renault, que Kubica y Petrov condujeron con pericia.

Alonso fue eliminado en la Q2 (segunda ronda) y Massa pasó con algo más de holgura a la Q3, pero sin alardes. Los Ferrari se han quedado rezagados en Turquía respecto a sus rivales en la lucha por el campeonato y hoy la remontada de Alonso se antoja bastante problemática.

«No hemos estado a la altura»

«Tenemos que reaccionar inmediatamente, empezando por esta carrera. Debemos acelerar el desarrollo del coche para ser competitivos en la mayor parte de los circuitos», señaló Domenicali. «Tenemos que ser honestos y admitir que no hemos estado a la altura de las expectativas. Massa dio el máximo y Fernando no hizo una Q2 perfecta. No son las posiciones en las que nos gustaría celebrar el gran premio número ochocientos de nuestra escudería».

En el gran premio de hoy Webber saldrá por delante del McLaren del británico Lewis Hamilton y del otro Red Bull, el del alemán Sebastian Vettel, que señaló que tuvo problemas con los frenos durante la calificación. Pedro de la Rosa (Sauber) y Jaime Alguersuari (Toro Rosso) cayeron en la Q2, la misma ronda en la que Alonso se despidió de sus opciones.