Serafín Martínez fue cazado a un kilómetro de la meta, donde ganó Gilbert, y se consoló con el maillot de la montaña
31 ago 2010 . Actualizado a las 03:05 h.Primero se retó a sí mismo buscando la fuga del día. Después, a sus seis compañeros de escapada. Más tarde, a todo el pelotón. Tensó la cuerda y casi se rompió. Pero el sueño del gallego Serafín Martínez solo murió a orillas de la meta. En la ascensión al castillo de Gibralfaro, en Málaga, bajo la pancarta que marcaba un kilómetro para el final y después de recorrer 156, el ciclista del Xacobeo fue engullido por el gran grupo. Sobraron mil metros y faltaron fuerzas. El triunfo y el liderato fueron para el belga Philippe Gilbert que ganó su pulso con Purito Rodríguez.
A pesar de todo, subió al podio. Para enfundarse el maillot de la montaña, ahora con lunares azules. Pero fue una especie de déjà vu . Una vuelta al principio de todo. Cuando el gallego alcanzó el mismo liderato en Vigo, en el 2007, el día en el que debutaba en la Vuelta. Fue el primer corredor del Xacobeo en asomarse al cajón de honor de la ronda española. Después de tres etapas de esta edición, Martínez también encabeza la clasificación de la combatividad.
Pero la gran diferencia es que esta vez logró flirtear con un gran triunfo, acercarse como nunca antes lo había hecho. Su aventura empezó en el kilómetro 42. Era su segundo intento. Antes también había lanzado sus redes David García. La escapada alcanzó nueve minutos de ventaja. Pero en el alto del León, de primera, los escapados se atascaron. Y Martínez se marchó en solitario. Faltaban cuarenta kilómetros de variado sufrimiento. La ascensión, una bajada, un poco de llano y la subida al Castillo de Gibralfaro. Las diferencias con un trío perseguidor y con el pelotón parecían estancadas en 40 segundos y poco más de un minuto. Pero la victoria de ayer era golosa. Y a seis kilómetros de meta el gran grupo puso en marcha la locomotora. Fue el principio del fin.
Test para los gallos
El repecho final fue una prueba de fuerza para los gallos. Andy Schleck ya no acompañaba a los favoritos entonces. Se había quedado en el León y llegó a más de 14 minutos, confirmando que su objetivo será trabajar para su hermano Frank. Ezequiel Mosquera pasó con nota la explosiva ascensión que conducía a la meta y entró con David Arroyo, Xavi Tondo y Frank Schleck, todos a 19 segundos del vencedor. Purito, Nibali y Antón arañaron unos segundos a este grupo de ilustres. El jefe de filas del Katusha es segundo en la general. Para ellos fueron los focos del final. Martínez los tuvo durante la etapa.