Tres kilos menos de peso que en el 2009 para meterse en el «top ten» de la general
DEPORTES
En la última cima de las etapas de montaña siempre asoman los mismos nombres. Nibali, Kreuziger, Ezequiel Mosquera, Purito Rodríguez, Roche... Y el gallego David García, el lugarteniente de Mosquera. Antes de que arrancara la Vuelta, García fijaba su meta. Quería ayudar a Mosquera a subir al podio. Pero, además, tenía sus propios planes. «Solo se lo había dicho a mi mujer y a Ezequiel. No quería ir de fantasma», comenta. Mosquera lo confirma: «Yo no lo veía fácil, pero míralo. Otras veces ha estado bien en la clasificación, pero gracias a fugas. En esta ocasión está ahí a base de sufrir y aguantar con los mejores». Después de compartir cumbres con los gallos, García encara la crono de hoy en la décima plaza. Y forma junto a Mosquera la mejor pareja de la ronda española.
«Estoy más fino que nunca. La clave es pesar tres kilos menos que en el 2009. Eso marca la diferencia en los puertos. Al final, encontré mi peso ideal», dice orgulloso el corredor marinense. «Antes optaba por no bajar tanto mi peso para no perder potencia de cara a las escapadas. Pero pienso que me estaba confundiendo, esta reprimiendo al escalador que llevaba dentro. Es que a mí me hubiera gustado ser escalador más que nada. De hecho, en los entrenamientos siempre tiro hacia la montaña, nunca hacia el llano», explica el corredor.
El Mundial
«Ahora la crono para mí es una incógnita. La verdad es que no es mi especialidad, pero en Valencia, en la pasada edición de la Vuelta, me salió bien. Marcaba tiempos que estaban entre los quince primeros hasta que me caí a unos tres kilómetros de meta», recuerda. Pero asegura que está muy motivado para defender su décima plaza. Y sueña con figurar en la lista definitiva del equipo español que disputará el Mundial de Australia. Los números de la Vuelta apoyan su candidatura. Solo falta la letra del seleccionador, José Luis de Santos.