El ex presidente, a quien los socios acordaron llevar a los tribunales, volverá a defender las cuentas del ejercicio anterior.
17 oct 2010 . Actualizado a las 20:34 h.El abogado Joan Laporta, ex presidente del Barcelona, comparecerá mañana ante los medios de comunicación a las 12:00 para explicar su posición después de que la junta directiva actual acordase junto con la asamblea de compromisarios llevar a los anteriores mandatarios ante los juzgados.
La asamblea de compromisarios del Barcelona resultó ayer histórica ya que por primera vez los dirigentes del club llevarán a los tribunales al equipo saliente por pérdidas contables, en este caso 77 millones de euros, cifra que surge de la reformulación de las cuentas realizadas por el equipo de Sandro Rosell relativas al último ejercicio.
Ante esta situación novedosa, el ex presidente barcelonista Joan Laporta ha convocado para mañana a los medios de comunicación en el Colegio de Periodistas de Catalunya para explicar la estrategia de la junta saliente, después de que el jueves pasado ya compareciera ante los informadores para argumentar las cuentas del ejercicio anterior que presentó a la nueva junta, pero que al final fueron rechazadas, a pesar de cerrarse con un beneficio de 11 millones de euros.
Ayer la junta directiva del Barcelona, presidida por Sandro Rosell, logró de la asamblea de compromisarios por un escaso margen de 29 votos la facultad para emprender acciones legales contra la junta que presidió Joan Laporta por presentar pérdidas en el anterior ejercicio y en el total de la gestión del abogado en los siete años de mandato (48,7 millones de euros).
Para hacer estas cuentas, no obstante, la actual junta directiva podría haber incurrido en una contradicción, pues suma la cantidad de 63,8 millones de euros negativos del cierre del ejercicio de la temporada 2002-03, en la que Laporta sólo gobernó siete días, cantidad que está recurrida en el Supremo, y a la hora de cerrar el ejercicio de la 2009-10 no tiene en cuenta una partida de 3,9 millones que también están recurridos en los tribunales.
De esta forma, la junta de Rosell no ha aceptado que en la liquidación que presentó el equipo de Laporta cuente la partida de 3,9 millones de euros por la cláusula de rescisión que debe pagar el españolista Raúl Baena, litigio que está en los tribunales, y sí que ha contabilizado el cierre del ejercicio de la temporada 2002-03 que también está pendiente de sentencia.
Los actuales gestores tienen cuatro meses para presentar la demanda contra la junta directiva de Joan Laporta, pero antes debería darse el fallo del recurso presentado por la liquidación de la temporada 2002-03, ya que en el caso de que sea favorable a la anterior junta, al final de su mandato el cierre habría dado beneficios y no los 48,7 millones de euros negativos que le imputa la junta de Rosell, motivo que ha generado la demanda.
En la comparecencia de mañana de Laporta, el ex presidente subrayará la responsabilidad que tiene la actual junta directiva ya que el ejercicio de la temporada 2009-10 al final está firmado por los actuales miembros de la junta y no por los pasados, situación que es idéntica a la que sucede con la temporada 2002-03, iniciada por Joan Gaspart, continuada por Enric Reyna, pero liquidada por Joan Laporta.
Según ha podido saber EFE, el argumento que defenderá Laporta es que si un juez puede imputarle las pérdidas del ejercicio de la temporada 2002-03 por haber reformulado las cuentas y haberlas firmado, lo mismo le puede suceder al equipo de Rosell, que reformuló las cuentas de la temporada 2009-10 con unas pérdidas de 77 millones de euros.
Por otra parte, Laporta volverá a reclamar el derecho que le amparaba para haber defendido la liquidación de sus números, en los que ofrecía un cierre de la temporada anterior de once millones de beneficio. Laporta ya reclamó este derecho el jueves pasado, acogiéndose al artículo 50 de los estatutos del Barcelona, que le otorgaba la posibilidad de acudir a la reunión de los socios y defender su cierre de ejercicio.
No obstante, Laporta rechazó esta opción porque al final las cuentas que se votaron fueron las reformuladas por el equipo de Rosell, con pérdidas, y no las presentadas por el anterior equipo directivo, con beneficios.