La hoja de ruta de los 200 metros

Mariluz ferreiro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Perucho y Craviotto se sometieron en Roma a un estudio biomecánico sobre la distancia

19 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Se busca hoja de ruta para atacar la prueba de los 200 metros. La categoría ha dejado de ser la cenicienta después de entrar en el programa olímpico de Londres 2012. Carlos Pérez Rial y Saúl Craviotto, oro en Pekín en los 500 metros, se sometieron a pruebas en un canal cubierto situado a las afueras de Roma. Son instalaciones utilizadas por el Ejército italiano para el desarrollo de embarcaciones. Sin viento, sin olas y con las ventanas orientadas hacia el norte para que la luz no incida de forma directa sobre el agua. Por no haber, ni había reflejos en la superficie. Un entorno limpio de factores externos para, en palabras de Miguel García, entrenador de los campeones olímpicos, «descubrir cómo afrontar los 200 ahora, pero también en el futuro, con otros palistas».

Un equipo de diez personas, entre ingenieros, biomecánicos y médicos, se dedicaron a recoger datos de las series realizadas por Perucho y Craviotto en K-2 y K-1. Se trata de un trabajo de colaboración entre las federaciones española e italiana. «Buscamos, sobre todo, información en el aspecto fisiológico, factores limitantes del palista a nivel energético en el 200 para saber cómo preparar esta distancia», agrega. Explica que un aparato grabó los datos de consumo de oxígeno durante la prueba. También se utilizaron inerciómetros en las embarcaciones para estudiar el comportamiento de la piragua, sus movimientos y su velocidad. Y se midió la concentración de lactato en sangre de los palistas. Con el agua como un plato. Una valla flexible enroscada y unas esponjas situadas a lo largo del canal absorbían cualquier tipo de ola generada por los propios kayakistas.

Pérez Rial y Craviotto también trabajaron las salidas, que son determinantes en los 200. Un ingeniero de Nelo, el fabricante de la piragua de los palistas, estuvo presente para analizar el papel del kayak (su movimiento, su cabeceo en el arranque, su nivel de inmersión), y realizar posibles mejoras de diseño de cara a la competición. Aunque el ejercicio también sirvió a la federación para estudiar la técnica y efectuar correcciones si fuera necesario.

Cada grupo de trabajo está gestionando sus datos correspondientes. Posteriormente se cruzarán para extraer conclusiones generales. «En este momento la labor más dura les corresponde a los médicos e ingenieros. A nosotros nos toca seguir con el entrenamiento», destaca García. «En el túnel de Roma en el K-2 hicimos un tiempo 33,3 segundos. Pero es un registro normal, porque estamos en el mes de abril y nuestra preparación está encaminada a rendir en agosto», apunta el técnico asturiano.

Instalaciones en Madrid

A García le gustaría tener la posibilidad de repetir la experiencia en casa. «Estamos viendo posibilidades de poder hacerlo aquí en España. El Gobierno tiene en Madrid un canal militar muy similar al de los italianos. La federación se está moviendo», explica. «Entonces podríamos incidir más en el perfil de la biomecánica, en el deslizamiento, en el comportamiento piragua, en la inmersión de la pala en la lámina agua... », añade. Todo por obtener las coordenadas que dibujen el mejor mapa del tesoro para los 200.

Los dos piragüistas llevaron máscaras para medir su consumo de oxígeno durante las series de 200 metros que realizaron.

Las pruebas se realizaron a las afueras de Roma, en un canal cubierto, sin olas ni viento, que la Marina italiana destina a test para diseñar sus barcos. Tiene 470 metros de largo, de los que son navegables 454, una anchura de 13,5 y una profundidad de 6,5. Contiene 43.000 toneladas de agua.

El inerciómetro controla los cambios de velocidad y los bandazos que da la piragua durante la simulación de regata. En un entorno en el que no inciden factores externos (viento y olas), los datos recopilados por este aparato son mucho más valiosos.

Después de completar cada serie a los palistas se les midió la concentración de lactato en sangre.

Realizaron varias salidas para mejorar su técnica y ofrecer datos a Nelo, su fabricante de kayaks.