El siempre emocionante circuito de Interlagos permitió que Lewis Hamilton se llevase el honor -no premiado- de ser el más rápido en el último día dedicado a los entrenamientos libres de la temporada 2011. El británico aventajó en poco más de una décima al ya bicampeón Sebastian Vettel, que esta tarde (17 horas, La Sexta) volverá a ser el favorito para la pole del GP de Brasil. No obstante, si nos atenemos a lo visto en la tanda, no lo tendrá nada fácil.
Detrás del alemán, su compañero Mark Webber y Fernando Alonso marcaron un tiempo tan ajustado que los tres rodaron en la misma décima. Si bien los Red Bull no tuvieron ningún problema destacable, más allá de algún susto o alguna colada de frenada, para Alonso no fue una jornada que se pudiese calificar de cómoda.
Cuando faltaban menos de diez minutos para el final de los primeros libres, el motor del Ferrari F150 se paró nada más pasar las famosísimas eses de Senna, por lo que el español se tuvo que quedar parado. Según informó la Scuderia posteriormente, el problema había sido eléctrico y se pudo solucionar de cara a la segunda tanda y, lo que es más importante, de cara a la clasificación. El arreglo fue tan sencillo como colocar otro propulsor, uno de los ocho que ya ha usado esta temporada, por lo que Alonso no recibirá ningún tipo de penalización.
Después, en la segunda tanda, el asturiano se coló un par de veces, pero fueron incidentes sin ninguna importancia, ya que, de nuevo, demostró que su posición es justo por detrás de los Red Bull y los McLaren. En este caso pudo superar a uno, a Jenson Button, que se quedó séptimo. Entre el británico y el español, dos expilotos que ya saben lo que es subirse a lo más alto del podio del autódromo José Carlos Pace: Felipe Massa, que fue sexto, y un sorprendente Michael Schumacher, que estuvo en la primera posición de la tabla durante una buena parte de la sesión. ¿Qué conclusiones se pueden sacar de este día de cara al domingo? Absolutamente ninguna, o muy pocas.