A diferencia de otros años, los jugadores del Real Madrid y del Barcelona llegan a la concentración sin roces entre ellos
10 oct 2012 . Actualizado a las 12:06 h.La selección española de fútbol inició su concentración sin heridas del clásico y en un ambiente perfecto para acometer los dos próximos pasos en el camino hacia el Mundial de Brasil 2014.
España jugará el viernes ante Bielorrusia y el siguiente martes actuará ante Francia en dos partidos trascendentes para su clasificación al Mundial. Por eso su seleccionador español, Vicente del Bosque, agradece el ambiente idílico que ahora rodea al equipo.
Los futbolistas españoles se incorporaron a la concentración sin que el clásico del domingo haya pasado facturas. De nuevo se vivió un ambiente impecable entre jugadores de Real Madrid y Barcelona.
«No hace mucho tuvimos algún comportamiento que no era nada agradable y el domingo tuvieron un comportamiento extraordinario, que es digno de resaltar, porque esos son valores que se trasladan a los jóvenes. Que sean ellos un ejemplo de comportamiento nos hace muy felices», aseguró Del Bosque el lunes.
Como recordó el seleccionador español, no quedan lejanos aquellos tiempos en los que diferentes disputas y malos modos pusieron en serio peligro la armonía de la selección.
El abril del pasado año, durante un aluvión de cuatro clásicos casi consecutivos, las fricciones fueron constantes entre jugadores de Real Madrid y Barcelona, también compañeros en la selección española. «Hay un problema», reconoció entonces Del Bosque, preocupado por la convivencia.
El punto más caliente de las enemistades ocurrió en agosto del pasado año, en la famosa Supercopa española del «dedazo», cuando José Mourinho, técnico del Real Madrid, metió un dedo en el ojo de Tito Vilanova, entonces ayudante y hoy entrenador del Barcelona.
En el campo se recrudecieron los malos modos entre jugadores y entonces apareció Iker Casillas, capitán del Real Madrid y la selección, para pacificar el ambiente con una crucial llamada de teléfono a los barcelonistas Carles Puyol y Xavi Hernández.
Suficiente para que todo haya regresado a la normalidad, como reconoció el catalán Sergio Busquets tras el clásico del domingo. «Lo que pasó en aquellos clásicos no fue bueno para nadie y de todo se aprende», comentó.
Algo parecido explicó hoy el madridista Raúl Albiol: «Se han calmado mucho las cosas. En los primeros clásicos hubo mucho jaleo, pero ahora sólo se habla de fútbol. Es un tema zanjado».
Aunque el clásico dejó unas leves secuelas personales en dos futbolistas de la selección española. Son los casos de Casillas y David Villa, quienes llegaron a la concentración con gesto serio.
Así, Casillas está recibiendo críticas por su actuación y Villa no jugó un solo minuto después de calentar en la banda durante toda la segunda parte. En este caso, la selección puede tener efectos balsámicos para ambos.