El alicantino venció plácidamente a Stepanek, mientras el murciano llevó a Berdych al límite, pero acabó perdiendo
17 nov 2012 . Actualizado a las 12:15 h.Más de cinco de horas después de que empiece la eliminatoria, el público checo se da cuenta de que está en una final de Copa Davis. La placidez y la frialdad en el partido de Ferrer y los dos primeros sets del Berdych-Almagro dan paso a una olla a presión en la que se aplauden fallos y aciertos. Ya da lo mismo. Ya solo importa que gane el ídolo local. Todo por una bola protestada por el checo; todo por la conquista de la preciada ensaladera.
En medio de ese ambiente digno de esta competición Nicolás Almagro lucha contra el número uno de la República Checa y contra su propia historia.
Ganar a Berdych en su casa en una cita tan importante significa establecer un antes y un después en su carrera. Tras la seguridad que le ha transmitido Ferrer al ganar a Stepanek, el murciano se crece y da la talla. Corazón y alma, como pedía Álex Corretja.
Pero no es suficiente. Cae por 6-3, 3-6, 6-3, 6-7 y 6-3 en casi cuatro horas y deja la eliminatoria totalmente abierta. Es más. Convierte el partido de este sábado, el que disputarán Marcel Granollers y Marc López ante, previsiblemente Berdych y Stepanek, en el punto clave de la eliminatoria. El que gane ese choque tendrá mucho a su favor para levantar la ensaladera.
El número uno checo, un tenista diseñado para jugar sobre la línea de fondo y dominar el punto, comenzó el duelo mejor. Y eso que a Almagro se le veía sintiendo la bola. Su media sonrisa denotaba su seguridad en sí mismo. Pero sus tiros se quedaban cortos, todo lo contrario que el checo - era raro ver un golpe suyo que botase antes de la línea de saque-. Y eso, unido a un juego en el que su primer servicio le abandonó, le costó el primer parcial al de Murcia.
Los buenos síntomas que mostró Almagro en el primer parcial no solo no desaparecieron, sino que aumentaron. Su servicio fue a más al mismo ritmo que su derecha y fortaleza mental. Estaba cómodo y golpeaba a la bola con fiereza y seguridad, lo que se tradujo en la primera rotura a su favor y en el segundo parcial para el español.
Ya en el tercer set, por fin se animó la eliminatoria. Una bola de fondo reclamada por Berdych enchufó al público y al checo al partido.
No en vano, consiguió un temprano 'break'. Esa excitación del público solo ayudó a un tenista, a Tomas Berdych, que se sirvió de su gente para hacerse con la tercera manga. Ya en el cuarto, tras remontar un 'break' en contra, 'Nico' llevó el acto a la muerte súbita. Y en ella rindió a la perfección.
Ferrer golpea primero
Era el quinto y definitivo parcial. Si Berdych perdía, adiós a la Davis. Una presión que le costó digerir al comienzo, cuando Almagro dispuso de un par de bolas de rotura. El checo daba la impresión de estar cansado, de no estar a gusto y de que le temblaba la mano cuando se ponía por delante. Tras dos 'breaks' consecutivos, uno de cada tenista, una revés cruzado inmenso de Berdych resuelto por el 'Ojo de Halcón' sepultó las opciones del murciano en un partido que bordó, pero al que le faltó poner la guinda.
Mucho antes de la derrota de Almagro, Ferrer demostraba que su excelente estado en este tramo final de la temporada no es fruto de la casualidad.
Es más. So hubiese sido capaz de aprovechar alguna más de sus numerosas ventajas al resto, se hablaría de una paliza. Con mucha superioridad y plenamente adaptado a la rapidez de la pista, Ferrer dio el primer punto a la 'Armada' gracias a su victoria ante Stepanek por 6-3, 6-4 y 6-4 en casi tres horas de partido.
Stepanek rápidamente demostró que no quería puntos largos y que su guerra estaba en la red. La superficie parecía hecha a la medida del número dos local. Los cortados deslizaban y apenas se levantaban del suelo, ideal para el juego directo del checo. Pero lo cierto es que todo lo que no eran intercambios rápidos finalizados en volea o en un tiro ganador se transformaban en puntos de Ferrer.
El dobles, vital
Así ganó el primer set y así comenzó el segundo. Pese a que Ferrer volvió a desperdiciar demasiadas bolas de rotura, el checo no parecía él sobre la pista. No daba saltitos, no celebraba sus puntos y le podía el contexto. Y después de un breve paréntesis en el que pareció que despertaba y que remontaba la manga, que comenzaba a celebrar cada bola como si fuese la última, Ferrer rompió el servicio del checo y se hizo con el set.
Desde ese momento, el Stepanek cabizbajo y dubitativo de la primera manga reapareció. No le sirvieron los trucos de parar el partido quejándose de las bolas como tampoco sus continuas avalanchas hacia la red. 'Ferru' tenía dos 'breaks' de ventaja y, a pesar de que perdió una por el camino y le costó, consiguió lo importante: ganar el primer punto. «Al final estaba un poco nervioso, pero lo importante es sumar el punto», explicó Ferrer. Este sábado, a partir de las 14.00 horas, el dobles. Los 'M&M¡s' ante los checos. Media Davis en juego.