La Federación Internacional de Atletismo descongela las muestras de Helsinki 2005 y encuentra seis positivos justo antes de que prescriban
09 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.A pocos meses del comienzo de los mundiales de atletismo de Helsinki en el 2005, la Federación Internacional (IAAF) anunció que serían los más limpios de la historia. La organización mundial preparó un ambicioso plan para detectar el uso de sustancias prohibidas que desembocó en la realización de 884 controles tanto en los días previos como durante la competición. Solo dos resultaron positivos. Ocho años más tarde, justo antes de que se cumpla el plazo marcado por el Código Mundial Antidopaje para la prescripción de las posibles sanciones, la IAAF decidió descongelar las muestras de aquella cita para someterlas a los análisis más precisos de la actualidad. Es el antidopaje en diferido. Y logró sus frutos: cinco medallas cambiarán de propietario y otro atleta, que no acarició el metal, también perderá previsiblemente sus resultados.
A los bielorrusos Andréi Mijnevich (sexto en lanzamiento de peso durante ese campeonato), Iván Tsiján (oro en martillo), Vadim Deviatovski (plata en martillo) y Nazdeya Ostapchuk (oro en peso), y a las rusas Tatiana Kotova (plata en salto de longitud) y Olga Kuzenkova (oro en martillo) se les ha abierto expediente sancionador después de que hubiesen dado positivo en el reanálisis realizado por el organismo mundial, que ayer no desveló las sustancias que han motivado sus respectivos procedimientos.
Sin embargo, la medida de descongelar las muestras, que el Comité Olímpico Internacional ya había aplicado antes de la celebración de los Juegos de Londres, en este caso, sobre las muestras de Atenas, ha suscitado interrogantes legales desde la perspectiva de los deportistas.
La normativa de entonces
¿Es lícito juzgar lo que ocurrió en el pasado con el prisma del presente? Para Rafael Alonso, abogado del despacho Caruncho, Tomé & Judel y Máster en Derecho Deportivo, lo trascendente es que la normativa que se pretende aplicar estuviese en vigor en el 2005. Es decir, «las sustancias ya deberían figurar como prohibidas en aquella competición» y «la prescripción de ocho años tendría que aparecer, como todo apunta a que así era, en la regulación de la IAAF».
El paso adelante de la federación internacional en la lucha contra el dopaje no tiene marcha atrás. «Siempre habíamos dicho que lo haríamos y aquí está», recalcó al diario británico The Telegraph el portavoz del organismo Nick Davies, poco después de que los positivos de Kotova y Kuzenkova saliesen a la luz en febrero, cuando lo comunicó la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada). «El mensaje a los tramposos es claro, con los constantes avances que hemos hecho en la detección del dopaje, ya no hay lugar para poder ocultarse», dijo ayer el presidente de la IAAF, Lamine Diack.