Gasol cumple el encargo de Kobe Bryant

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«¿Se dejará de hablar ahora del traspado de Pau Gasol?», tuiteó Bryant tras el partido que lleva a los Lakers a los playoffs

19 abr 2013 . Actualizado a las 03:14 h.

«Pásame a Pau». El domingo, con el tendón de Aquiles recién operado, Kobe Bryant quiso hablar con sus compañeros, pero antes de la arenga conjunta a través del teléfono de Mitch Kupchak, manager general de Los Angeles Lakers, pidió hablar directamente con su socio Pau Gasol, al que encargó liderar al equipo a los playoffs de la NBA.

«Promesa cumplida», celebró el miércoles en twitter Bryant, ausente hasta la próxima temporada y que verá a sus compañeros a partir del domingo librar una batalla en principio desigual contra San Antonio Spurs.

Los Lakers, tras una temporada de sufrimiento, ganaron a Houston Rockets en la prórroga la noche del miércoles y entran en la pelea por el título como séptimos clasificados, lo que con tanto ahínco buscó Bryant hasta el punto de que quizás su esfuerzo fue una de las causas de la grave lesión que sufre.

Gasol fue, junto a Dwight Howard y Steve Blake, el más destacado del triunfo. El español logró su segundo triple doble en los tres últimos partidos al anotar 17 puntos, capturar 20 rebotes y dar 11 asistencias. Es el primer Laker desde el mítico Kareem Abdul-Jabbar en 1978 con al menos 15 puntos, 20 rebotes y diez asistencias en un partido.

«¿Se dejará de hablar ahora del traspado de Pau Gasol?», tuiteó Bryant reconociendo la labor del jugador al que siempre alaba como el hombre alto con más talento de la NBA. El español ha vivido la peor temporada desde que viste de amarillo y púrpura por culpa de las lesiones y de su falta de conexión con el técnico, Mike D'Antoni.

Bryant, de poder omnímodo en el equipo, ha terminado por dar confianza a Gasol, por ordenarle que juegue más cerca del aro y por convencer a D'Antoni de que el español debe ser titular e importante, como demostró en los títulos de 2009 y 2010.

Gasol, ya recuperado de la rotura en la fascia del pie derecho, muestra su mejor versión, aunque aún está lejos de ser el de 2010. A sus 32 años, su nombre suena desde hace tiempo para salir de un equipo con demasiadas cargas salariales. Si el español se marchara, liberaría los 19 millones de dólares por temporada que lo convierten en el extranjero mejor pagado de la NBA. Acaba contrato en junio de 2014.

«Sería duro afrontar otra temporada así», afirmó Gasol al diario Los Angeles Times en febrero al ser preguntado sobre qué ocurrirá si el entrenador y Howard siguen en los Lakers la próxima campaña.

La situación ha cambiado. Ya está mejor físicamente y por fin empasta con Howard. Además, D'Antoni ha renunciado a su filosofía de juego rápido y de contar con sólo un hombre alto para amoldarse a la plantilla que se encontró y en la que hay dos pívots decisivos como Howard y Gasol. Pero el porvenir de los Lakers es una gran incógnita. Kupchak confirmó el jueves que el discutido D'Antoni continuará y se espera que los Lakers se esfuercen por recontratar a Howard, el pilar de futuro de la franquicia a la espera de ver cómo regresa Bryant, de 34 años, de una lesión que lo puede tener fuera hasta nueve meses.

Con el alivio de la clasificación a los playoffs, el futuro se aplaza, aunque dado el favoritismo de los Spurs ante unos Lakers sin Bryant se cree que sólo será por unos pocos días. «Son un gran equipo, va a ser difícil, pero creemos en nosotros, en lo que podemos hacer», dijo Gasol tras el encuentro con Houston y mirando ya al del domingo en San Antonio, donde les esperan Tim Duncan, Tony Parker, el recuperado Manu Ginobili y compañía.

Los Lakers llegan sin su líder, pero con confianza. Han ganado los dos partidos sin Bryant, suman un 20-8 desde el All-Star de mitad de febrero y han ganado ocho de los nueve últimos. El domingo podría además regresar el lesionado Steve Nash.

«Jugamos como un grupo, eso es lo que tenemos que hacer ahora», dijo Gasol, que destacó al mejorado Howard, un coloso en defensa el miércoles: «Nos da una gran seguridad atrás, marca la diferencia». «No tenemos nada que perder», afirmó Nash de cara al duelo contra los Spurs. Los Lakers estaban muertos, pero aún viven guiados por el espíritu de Bryant y por el dúo Howard-Gaso.