El portero gallego jugará el año que viene en Segunda
03 jun 2013 . Actualizado a las 11:29 h.El fútbol siempre ofrece una segunda oportunidad, pero en el caso de Sergio Aragoneses (Porriño, 1977) el destino le tenía guardada una tercera. El guardameta gallego logró su tercer ascenso con el Tenerife, dos de ellos a Primera División, y este a Segunda. Con este éxito, ha igualado los tres ascensos que consiguieron para la entidad canaria Toño Hernández y David Amaral.
La comunión entre Aragoneses y la isla dura más de una década. Aterrizó en la campaña 2000/2001, procedente del Pontevedra. Entonces Rafa Benítez era el líder en el banquillo. Con el técnico madrileño fue uno de los porteros del equipo que consiguió el segundo ascenso a Primera durante la presidencia de Javier Pérez. En el curso siguiente, ya en la máxima categoría del fútbol español, Julio Iglesias y él compartieron la titularidad de la portería en una campaña que finalizaría con un trago terriblemente amargo, la caída otra vez al pozo de Segunda.
Pese a ello, el jugador gallego continuó en el Tenerife, pero terminó saliendo hacia el Getafe. Luego, ya instalado en el fútbol madrileño, apareció una oferta del Atlético de Madrid, la ocasión de brillar en uno de los conjuntos de la clase noble del fútbol español. Nunca llegó a cuajar a orillas del Manzanares. Salió de nuevo al Getafe y después al Elche.
Un ejemplo de superación
Poco después de recalar en el conjunto ilicitano, empezó a librar su batalla más trascendente. Le tocó combatir la lacra del cáncer, que lo llegó a apartar de los terrenos de juego. Pero nunca bajó los brazos e incluso llegó a superar una recaída de la enfermedad. Tras Elche, Hércules y Numancia, el director deportivo del Tenerife, Santiago Llorente, lo volvió a contratar en el 2008 para el conjunto canario, aunque partía con el cartel de ser el portero suplente de Luis García.
Con el paso de las jornadas, José Luis Oltra decidió darle la oportunidad a Sergio Aragoneses, quien se convirtió en uno de los protagonistas de su segundo ascenso con los insulares, pese a haber estado varios meses lejos de los terrenos de juegos durante esa temporada por una pancreatitis.
En su segunda participación con los insulares en Primera División, el gallego fue titular en todos los encuentros de la Liga, pero no pudo evitar el descenso de los insulares a Segunda División. Y en la campaña siguiente, el veterano portero vivió el desplome a Segunda B.
Ahora, con este ascenso, Aragoneses ha ayudado a un conjunto histórico, en el que ha vivido como en casa, a recuperar parte del terreno perdido.