La nadadora ribeirense regresó ayer a casa cargada de medallas tras su paso por el Nacional absoluto: dos oros y una plata son sus nuevos tesoros
15 ago 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La sirena de Castiñeiras ya no es una niña. Ahora es la nueva reina de la natación española. Y su nombre ya no es sinónimo de promesa del deporte patrio. Es una realidad fácilmente demostrable. Basta con analizar su paso por el Campeonato de Natación de España absoluto que tuvo lugar este fin de semana en Gran Canaria. Dos medallas de oro en 1.500 libres y 400 estilos y una de plata en 800 libres son los metales que se trajo colgados del cuello. Ayer llegó a Ribeira, después de unos días de descanso en las islas Canarias. Y lo hizo para quedarse y disfrutar de los suyos.
María Vilas es consciente de sus posibilidades dentro y fuera de la piscina. No esconde que, antes de comenzar el Nacional, ya esperaba obtener tres medallas. «Pero no dos de oro... eso sí que fue una sorpresa», confesaba ayer mientras paseaba por la playa de O Castro. Ahora es tiempo de disfrutar. Sobre todo después del final feliz que ha tenido la temporada. Ella misma reconoce que no llegó a esta cita en el mejor momento. Además, la primavera también fue dura. Y por momentos decepcionante. Especialmente cuando se quedó fuera del mundial de natación que acaba de disputarse en Barcelona. Hizo las marcas necesarias, pero, por circunstancias o determinadas decisiones, acabó no saltando a la piscina. Pero después de la tormenta siempre llega la calma. Y esta, ahora, la consigue en Barbanza en general y en Ribeira en particular. Por lo menos hasta el 1 de septiembre, que regresará a los entrenamientos.