Dos de las integrantes del relevo 4x400 dice que no quisieron mandar un mensaje en defensa de la comunidad gay
20 ago 2013 . Actualizado a las 20:09 h.Dos de las atletas rusas medallistas de oro en el relevo 4x400 de los Mundiales de Moscú se han mostrado indignadas por la polémica en torno a un beso que se dieron en la boca al celebrar su éxito, y que la prensa interpretó como una señal de protesta contra una ley rusa hostil a la homosexualidad.
Kseniya Ryzhova y Yulia Gushchina intercambiaron en el podio un breve beso en la boca, en plena controversia en torno a una ley rusa que prohíbe la «propaganda» de la homosexualidad ante los menores, y que a este fin prevé multas y penas de cárcel. Medios de comunicación y militantes de los derechos de los homosexuales interpretaron el beso como un gesto de apoyo a esta comunidad, y como un órdago a la ley rusa promulgada en junio, muy criticada por defensores de los derechos humanos, que la consideran discriminatoria.
Sin embargo, Kseniya Ryzhova insistió en que el beso no era más que una manifestación de efusividad por su medalla de oro, lo cual es un gesto muy habitual en Rusia en momentos de gran alegría. «Ayer recibí 20 llamadas telefónicas de diferentes órganos de prensa que, en lugar de felicitarme, decidieron humillarme con esas preguntas», declaró Ryzhova, citada por la agencia Itar-Tass. «Yulia y yo estamos casadas, y no tenemos ninguna relación de otro tipo. Llevamos entrenando juntas ocho años, y somos muy buenas amigas», añadió.
«No pueden imaginar lo que significa para nosotras la victoria al cabo de ocho años. Sentimos un diluvio de emociones. Si en ese preciso instante nuestros labios se tocaron... No sé cómo es posible que algunos hayan llegado a imaginar semejante cosa», explicó Ryzhova. La interpretación del gesto dada por la prensa y los militantes «no sólo nos humilla a nosotras, sino también a nuestros entrenadores», explicó la campeona.
Por su lado, Gushchina dijo que «no creía lo que veía» cuando Ryzhova le envió un vínculo con la foto y las insinuaciones de la prensa. «Era difícil ganar, y estábamos muy contentas de nuestro éxito. No entiendo cómo es posible que se haya eliminado todo esto de un plumazo» para quedarse con la escena del fugaz beso, dijo. «Todo el mundo se felicita en el podio, no sé por qué se ha centrado en nosotras la atención, cuando a nuestro lado las norteamericanas también se dieron besos», añadió la atleta rusa.
La controversia sobre la ley se vio alimentada por unas declaraciones de la campeona de salto con pértiga, la rusa Yelena Isinbayeva, quien dijo durante el Mundial de atletismo (del 10 al 18 de agosto) que en Rusia «nos consideramos gente normal, donde los chicos están con las chicas, y las chicas con los chicos». La prensa alimentó rápidamente una fuerte polémica, a lo que Isinbayeva respondió que sus palabras habían sido «malinterpretadas».
El presidente de la Federación Rusa de Atletismo, Valentin Balakhnichev, uno de los pocos dirigentes rusos que criticó las declaraciones de la atleta, volvió a referirse este martes a la polémica, pidiendo que se le ponga fin de una vez. «Estoy contrariado por toda esta agitación en torno a Rusia y nuestra legislación. Pido a todo el mundo que pare con esto y que cese esta presión», declaró el directivo.
Más categórico se mostró el entrenador del equipo ruso de atletismo, Valentin Maslakov, muy enfadado con la controversia en torno a las declaraciones de Isinbayeva. «Esto es una locura. ¿Qué es lo que dijo? Dio una opinión. Y los periodistas occidentales, si es que se les puede llamar periodistas, decidieron de inmediato montar una historia a partir de nada».