El Real Madrid gana al Getafe guiado por Illarra e Isco

Colpisa

DEPORTES

JAVIER BARBANCHO 1 Reuters

Tras otro comienzo titubeante, los de Ancelotti pasaron por encima de un blando Getafe

23 sep 2013 . Actualizado a las 00:38 h.

Ante un Getafe tan vulnerable en defensa como el Galatasaray, el Real Madrid creció a medida que un sobresaliente Illarramendi se hizo con el gobierno absoluto del centro del campo e Isco se olvidó de pegarse a la banda para hacerse más participativo con sus diagonales.

Después de otro inicio preocupante, defecto que va camino de convertirse en norma a base de repetirse, los de Ancelotti despertaron y debieron acabar goleando a un rival que propone buen fútbol pero es inocentón y compite en otra Liga. Con su espectacular tanto de espuela en el último instante, Cristiano hizo doblete, igualó el récord de 208 goles de Hugo Sánchez, al que algunas fuentes atribuyen 207, y ya es el quinto máximo goleador en la historia del Real Madrid.

El estreno en casa de Gareth Bale había generado una expectación inusitada pero resulta que el galés notó un pinchazo muscular en el calentamiento y no compareció en el partido. Tuvo que improvisar Ancelotti y ese puesto lo ocupó Isco, pasando el francés Varane de la grada al banquillo.

La ausencia del británico afectó a la hinchada y a los jugadores locales, que salieron despistados, desubicados, sin esa tensión y presión alta que les reclamaba su técnico desde el principio. El Getafe aprovechó ese desconcierto inicial para adelantarse. Fue una jugada extraña. Forcejeó Cristiano, le robaron el balón sin falta aparente, el portugués y sus compañeros se quedaron parados y el tiro de Lafita golpeó en Pepe y despistó a Diego López.

No es casualidad que el Betis también marcase primero en el Bernabéu, que el Villarreal pasase por encima de los merengues en el comienzo y que el Galatasaray les pusiera en dificultades durante buena parte del primer período. Este Real Madrid tiene que solucionar más pronto que tarde esos inicios dubitativos y parsimoniosos. Actitud al margen, los locales sufrían otro problema que tiene que ver con el sistema. Encantado con el cambio realizado en partidos precedentes, Ancelotti apostó esta vez desde el arranque por el 4-4-2 en lugar del 4-2-3-1. Esa modificación es excelente con Bale en el campo, pero no sin el galés. Arriba, junto al indolente Benzema, de nuevo abucheado, Cristiano encuentra menos espacios.

Pero, sobre todo, Isco se pierde pegado a la cal. Y más si Arbeloa no es precisamente un lateral que se prodigue en ataque. Defensa temeraria Tuvo el Madrid la suerte de que este Getafe de Luis García es blando en defensa y por momentos hasta temerario. Regaló el empate por adelantar la zaga una barbaridad en una acción a balón parado ejecutada a pie cambiado por Di María, y repitió la jugada dos minutos después. Primero, Pepe resolvió un barullo, tras remate de Cristiano que desvío de Moyá. Y luego, el toque del portugués se marchó fuera. ¿Cómo se puede defender una falta lateral diez metros lejos del área si resulta que el portero luego se queda bajo los palos y los rivales entran solos y en carrera desde atrás? Los azulones seguían empeñados en regalar más. En lugar de poner el pecho y permanecer quieto en la barrera, Míchel se dio la vuelta y cometió penalti al desviar con las manos despegadas un tiro de falta de Cristiano.

Y el luso no falló, aunque Moyá le adivinó la intención. El Madrid ya había mejorado sus prestaciones porque Illarramendi se soltó. El donostiarra no se conformó con robar y guardar la posición, sino que supo tocar en corto y en largo. Como si hubiera mamado en la escuela de Xabi Alonso.

Creció el Madrid tras el descanso porque encontró más espacios y se gustó con el balón. Isco se vino mucho más al centro y el grupo agradece su participación. Aunque al Getafe hay que agradecerle que siempre intenta tocar con buen gusto, no era adversario para el equipo más rico del mundo

Acusó la ausencia de Lafita, lesionado justo antes del descanso tras una entrada a destiempo de Carvajal. A medida que avanzaba el partido, Moyá se confirmaba como el mejor de los visitantes. El tercero, magnífico por la ejecución de Isco, fue otro obsequio del Getafe. Permitieron a Cristiano sacar rápido una falta y el malagueño hizo el resto tras un caracoleo y un disparo certero. Con cinco goles en septiembre y con la habilidad de marcar siempre en casa, se ha destapado como un artillero

Ha caído de pie. También Illarra, ovacionado al retirarse. Karim, en cambio, provocó hasta pañuelos al errar dos ocasiones pintiparadas de cabeza. Sus compañeros piden aplausos para el francés, pero la grada prefiere a Morata. Y alcanza el éxtasis con ese Cristiano insaciable.

Ficha técnica:

Real Madrid-Getafe (4-1) Real Madrid: Diego López, Carvajal, Pepe, Nacho, Arbeloa, Khedira, Illarramendi (Modric, min. 77), Di María, Isco (Jesé, min. 83), Cristiano y Benzema (Morata, min. 79)

Getafe: Moyá, Arroyo (Rafa, min. 69), Lisandro, Alexis, Escudero (Roberto Lago, min. 46), Míchel, Mosquera, Pedro León, Diego Castro, Lafita (Sarabia, min. 45) y Miku

Árbitro: Fernández Borbalán (Comité andaluz). Expulsó con roja directa a Míchel (min. 85). Mostró amarilla a Alexis, Míchel, Carvajal, Pedro León Goles: 0-1: min. 4, Lafita

1-1: min. 18, Pepe

2-1: min. 34, Cristiano, de penalti

3-1: min. 58, Isco

4-1: min. 93, Cristiano

Incidencias: 70.000 espectadores en el Bernabéu. Quinta jornada de Liga. Pilar Peña, campeona del mundo de waterpolo, realizó el saque de honor.