El pacificador en el punto de mira

amador gómez MADRID / COLPISA

DEPORTES

La alineación de Ancelotti ante el Barça lo sitúa en el centro de la polémica

28 oct 2013 . Actualizado a las 21:24 h.

El madridismo más radical está indignado con Undiano Mallenco por no pitar un claro penalti a Cristiano Ronaldo que podría haber supuesto el empate a uno en el clásico a falta de 20 minutos para el final. Sin embargo, el que clama por la suplencia de Casillas y la venta de Özil para financiar el fichaje de Bale ha centrado sus críticas hacia Carlo Ancelotti por alinear a Sergio Ramos en el Camp Nou como mediocentro defensivo y al extremo galés como nueve relegando a Morata a la grada. El técnico italiano justificó que colocó al central sevillano como pivote «para buscar equilibrio», pero el Real Madrid que regresó a los tiempos de José Mourinho, cuando utilizó a Pepe en el Camp Nou como centrocampista destructor, no solo no encontró lo que pretendía Ancelotti, sino que fue a peor.

En el caso de Bale, para que el club exhibiese en el clásico al fichaje más caro de la historia, el italiano forzó la titularidad del galés como delantero centro. Otro desatino. Según Ancelotti, lo hizo «para poner más presión sobre Busquets», porque según el italiano, «a Bale no le cambiaba mucho jugar a la derecha o en el centro». Después, al igual que hizo con Illarramendi como sustituto de Ramos, también rectificó sacando a Benzema por el futbolista de los 100 millones.

Mientras el Madrid se escuda en la actuación arbitral, aunque el Barcelona también se queja de los codazos de Ramos y de un penalti de Pepe a Cesc, también con 1-0 en el marcador, el italiano también huye de la autocrítica y ha perdido aún más crédito por su planteamiento en el Camp Nou. Con Ramos y Bale fuera de lugar y el equipo de nuevo confundido, desorientado, y sometido por un Barça muy superior en la primera parte. Ancelotti también aseguró que se decidió por el sevillano como mediocentro porque, aparte de que no confiaba en la inexperiencia de Illarramendi, el guipuzcoano tenía una sobrecarga muscular desde el partido de la Juventus y no quería arriesgarse. Algo desconocido hasta el sábado, aunque cuando el técnico madridista hizo su lista definitiva y rectificó a la hora de juego con los cambios ya debió olvidarse de Illarramendi, en el banquillo hasta casi una hora de juego junto al mediapunta Isco, los arietes Benzema y Jesé y los laterales Arbeloa y Coentrao.

Quien se quedó al final fuera de la convocatoria del Camp Nou fue Casemiro, sensación madridista en la pretemporada y olvidado después por Ancelotti, que continúa dando bandazos mientras la Liga y la décima parecen ya una quimera esta temporada cuando se llevan dos meses y medio de competición. El italiano sigue confundido y confundiendo a sus jugadores, aunque no está dispuesto a renunciar a su sistema 4-3-3 y suspira por la recuperación de Xabi Alonso, a quien desea ya como líder del centro del campo, flanqueado por Khedira y por Modric. Pero tras el clásico, la afición ya señala a Ancelotti.