La cancha municipal de Coia tuvo que acoger cuatro encuentros de voleibol
28 ene 2014 . Actualizado a las 11:30 h.Contar con equipos en las principales categorías y ser un referente no se ha traducido para el voleibol vigués en contar con instalaciones dignas y acordes con su práctica. Y como muestra, lo sucedido el pasado fin de semana. El sábado, con varios partidos programados para disputarse en las canchas de la ciudad, acabó siendo la pista de Coia la que tuvo que asumir la carga de encuentros, finalizando el último más allá de la una de la madrugada, con el consiguiente problema para los equipos, tanto locales como visitantes.
Las pistas de Teis, la Vermella y la del Berbés, las únicas en la ciudad que están en condiciones -junto a Coia, puesto que la de la antigua ETEA está mal pintada y sin lugar par los postes- de acoger partidos de voleibol se convirtieron en pistas de patinaje. La humedad y la lluvia convirtieron las canchas en impracticables y obligaron a los clubes y trabajadores de los pabellones a hacer encaje de bolillos para que se pudiesen disputar los partidos, o al menos, los que conllevaban más problemas de intendencia.
El Xuvenil de Teis de Superliga Femenina 2, que se enfrentaba al Almería, tuvo que gestionar con el equipo andaluz y la Federación Española el traslado de pista, y un encuentro previsto para media tarde acabó comenzando pasadas las ocho de la tarde. Y eso, gracias a que contaron con la colaboración del Vigo juvenil, que retrasó su partido y acabó jugando a pista compartida con el Ellael de categoría autonómica. Los últimos duelos finalizaron más allá de las doce y media de la noche, y con los visitantes emprendiendo viaje a horas intempestivas.
Una historia conocida
«Parece mentira, con lo que alardean nuestros políticos del gran nivel deportivo de la ciudad, que se tenga tan poca atención al mantenimiento de todas las instalaciones de Vigo», señalaba Ruth Calvo, presidenta del Xuvenil de Teis.
Los problemas de condensación o goteras que afectan al pabellón de Teis ya habían complicado en más de una ocasión el trabajo a las jugadoras. El curso pasado se vieron en la obligación de suspender cinco entrenamientos, y ya se han habituado a convivir con los charcos que provocan las goteras. La cubierta del pabellón, que se parcheó de nuevo antes de navidad, sigue filtrando agua, en mayor o menor cantidad, y desde el IMD ya les explicaron que una reparación integral se comería todo su presupuesto, por lo que el equipo y los demás usuarios de la pista de Teis conviven como pueden con unas instalaciones en las que los deshumidificadores no dan abasto cuando de humedad se trata.
«Parece que se crearon instalaciones para el medio del desierto, sin tener en cuenta que aquí llueve», se lamentaba Ruth Calvo, que ya asume cque «Teis es un hijo poco querido cuando de instalaciones se trata». La resignación ya se palpa entre sus usuarios.