«El tema Sandaza para mí no da más de sí», respondía Quique Setién ayer, preguntado por las declaraciones del delantero en las que se cuestionaba los motivos de su ausencia en las últimas convocatorias. Y añadía: «Es como el de David Prieto, Rafa García, Jorge, Ernesto, Dani Mallo... Sandaza ha jugado más minutos que todos. Sabe de sobra lo que tiene que saber, y cuando ha necesitado una explicación se le ha dado. Son decisiones técnicas. Él lo que puede hacer es trabajar, entrenar, esperar a que me convenza para poderlo meter en una convocatoria».
Setién asumía la responsabilidad de las ausencias del toledano: «Las oportunidades las doy yo. Me pagan por tomar decisiones y hago lo mejor para el equipo. No voy a entrar en un partido de tenis con Sandaza ni con nadie sobre este tema». Y abría la puerta a que juegue en estas últimas cinco jornadas: «Me tiene que convencer donde todos los futbolistas, en el campo, en los entrenamientos. Ahí es donde uno se tiene que expresar»
«Libertad de expresión»
Setién refrendó que, para él, lo importante es el equipo: «Aquí hay libertad de expresión, puede decir lo que crea conveniente. Hay unos límites, supongo, porque la libertad de uno acaba donde empieza la de los demás. Somos un equipo de fútbol y cualquier cosa que afecte al grupo tiene que tener un límite. Aquí lo importante no somos cada uno individualmente, sino el grupo. Todos estos jugadores que he nombrado se pueden sentir tan perjudicados, o que actúo con ellos de una manera tan injusta, como Fran Sandaza. Para mí, son todos iguales. Yo me guío por criterios deportivos, por hacer lo que creo que es mejor por el equipo. Si alguien esto no lo acaba de entender, mal está, o confundido está, seguro».
Y reconoció el técnico que lo sucedido es algo más habitual de lo que parece desde que él está «en el mundo del fútbol». «Y no tiene ninguna trascendencia real -apostilló-. Son las declaraciones de un jugador que se siente perjudicado porque no juega. En la vida hay que tener una medida para todo. Quejarse es normal, lo entiendo perfectamente. Hay otros que están exactamente igual de jodidos por no jugar, pero se quejan menos. Yo me pongo en su piel, porque lo he pasado. Sé lo que es estar apartado de un entrenador que no cuenta contigo, pero no debería pensar que son cuestiones personales. Esto es un criterio deportivo, que el que lo quiera entender, está muy bien. Cuando tomo decisiones, el 95 por ciento de la gente sabe que no las tomo por capricho, sino porque tengo una manera de ver las cosas. Yo tengo que poner a once, si fueran jugadores tan determinantes, estarían jugando. Por eso juegan siempre Messi o Ronaldo».