Lewis Hamilton aviva la tensión con Nico Rosberg al insinuar que no es alemán

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HANS KLAUS TECHT

«La carrera no es en casa de Nico. Nunca ha estado en Alemania», señaló el piloto británico de Mercedes

08 jul 2014 . Actualizado a las 23:42 h.

La tensión entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg continúa creciendo a medida que avanza el campeonato de fórmula 1. Esta vez fue el piloto británico el encargado de caldear el ambiente al señalar que la próxima carrera que se disputará el 20 de julio, en Hockenheim, no es la casa de su compañero y rival Nico Rosberg.

«Sinceramente, Nico nunca ha estado en Alemania, así que no es una carrera que se celebra en su casa. Cuando corría en karting nunca se ponía cerca de una azafata con la bandera alemana. Siempre se ponía al lado de una que tuviera la de Mónaco», señaló Hamilton.

Aunque Nico Rosberg nació en la ciudad alemana de Wiesbaden y su madre es germana, su padre, el expiloto Keke Rosberg, es finlandés y Nico Rosberg ha vivido la mayor parte de su vida en Mónaco.

«Sé que ha crecido en Mónaco así que Mónaco es su ciudad, su casa. Es alemán, fines, monegasco o lo que sea, así que tendrá apoyo en Mónaco y en Alemania siempre tuvo a muchos seguidores", explicó Hamilton. El británico trató de cerrar el asunto con un comentario en tono más suave: «Siempre está bien batir a los demás en su territorio».

La rivalidad entre Hamilton y Rosberg se remonta a su infancia, cuando competían en los karts. Con el paso de los años la tensión entre ambos ha ido creciendo hasta llegar a su punto máximo esta temporada cuando Mercedes decidió ponerlos dentro de un mismo equipo sin dejar muy claro quién sería el primer piloto y quién el segundo.

En Montecarlo la mala relación entre Hamilton y Rosberg se hizo más que palpable. El piloto alemán provocó una bandera amarilla en la última vuelta de la clasificación que impidió a Lewis arrebatarle la pole, y al día siguiente ya en carrera la estrategia elegida por el equipo perjudicó al británico.

La situación llegó a ser tan insostenible que el propio Niki Lauda tuvo que intervenir para mantener una reunión en la que calmar los ánimos de Rosberg y Hamilton previa al Gran Premio de Canadá. Con juntanza o sin ella, lo cierto es que la paciencia de ambos está al límite y cualquier situación es buena para soltarle una pequeña pulla a su rival. Esta vez le ha tocado a Hamilton actuar de provocador a la espera de que Rosberg responda dentro o fuera de la pista.