No se trata de establecer un cuadro comparativo entre aquellos futbolistas que consiguieron vestir la camiseta blanquiazul y otros que no pasaron de la bonita intención, como podemos calificar ese honor -jugar en el Deportivo- que a los jóvenes coruñeses se les va apagando (?) con el paso de los años.
El equipo coruñés fue siempre un señuelo para los jóvenes que jugaban al fútbol en el campo de Oza, Rellenado de San Diego, campo de la Torre o la Granja, por citar aquellos en los que los jóvenes aspirantes a futbolistas esperaban recibir el visto bueno y saltar al estadio de Riazor, como consiguieron Manolete, Amancio, Suárez, sin nombrarlos a todos porque entonces habría que citar al marroquí Kadmirí y algunos otros que ya vinieron antes y después de los citados anteriormente.
En esta reunión de futboleros que surgió ayer se contaron algunas anécdotas entre las que llevaría la palma una sucedida hace años en la presentación del coruñés Román como jugador del Racing, en un desplazamiento a Córdoba. Resulta que, antes del paseo de la tarde, el delegado ferrolano advirtió al futbolista de San Pedro de Nos: «Le esperamos, en media hora, en la Mezquita?» Román escuchó y comentó por lo bajo: «Ya me avisaron en casa que, en los viajes, los futbolistas no salen del café? Yo, allí estaré».
Los aspirantes a futbolistas esperaban el visto bueno y saltar al estadio de Riazor