El Celta se agarró al talento de Nolito, el Dépor, a la solidaridad ante el infortunio
03 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Lux, Arribas, Sidnei, Borges... El Dépor se fue ayer deconstruyendo bajo la lluvia en una cita que arrancó con forma de partido de fútbol y acabó convertida en ejercicio de resistencia. El derbi gallego tuvo hasta siete nombres propios en el conjunto blanquiazul, por uno, coreado bien alto y claro desde la grada, en el bando celeste.
Frente a la inmensa clase de Nolito, que echó el lazo al encuentro con un soberbio disparo de marca registrada, los visitantes opusieron orden y una admirable capacidad de entrega.
El delantero gaditano cerró el duelo abrazado a Luisinho. Una muestra de afecto entre rivales a los que unió la tirria a Jorge Jesús durante su etapa en el Benfica que sirvió además como resumen en flash de la sucesión de incidencias que dibujaron el partido.
Porque el portugués inició el derbi haciendo compañía a Víctor Sánchez entre el grupo de suplentes, desplazado por el efecto dominó de la recuperación de Sidnei. El brasileño retomó su dúo con Arribas y Navarro volvió a su carril, aunque ni la pareja ni el retorno al costado del zaguero catalán resistirían los infortunios que para el Deportivo comenzaron en una pérdida de balón de Cabral.
Luis Alberto le birló el cuero al argentino, pero se aturulló, trastabillado, frente a Sergio. De inmediato, la acción pasó al área contraria donde se se produjo, como tantas veces, una conexión entre Orellana y Nolito. El chileno colocó el cuero en la esquina izquierda del área grande y su socio chutó sin pensárselo a la escuadra de la meta defendida por Lux. Del 0-2 al empate, y al comienzo de una noche de perros para los coruñeses. El portero argentino se estiró en busca de la bola y Sidnei, que llegaba en carrera, le golpeó la rodilla en el aire.
Las asistencias saltaron al césped por dos veces, pero no hubo manera de evitar un relevo bajo palos. Manu, que le había ganado la partida a Pletikosa, por una plaza en el banquillo, saltó al campo y logró pasar desapercibido. Un reto mayor, si se tiene en cuenta que con el paso de los minutos se le fue desmontando el blindaje.
Primero cayó Arribas, que vio la segunda amarilla tratando de frenar a Nolito. Después, Sidnei se resintió de sus molestias. Luisinho y Lopo formaron entre los últimos diez del Dépor, o nueve y medio, porque Borges cerró medio cojo el agitado duelo entre gallegos.