Una actuación estelar de Klay Thompson y Steph Curry permiten a los campeones igualar la elimintoria con los Thunder y decidirla en su casa
29 may 2016 . Actualizado a las 11:46 h.No les llaman Splash Brothers por nada. Klay Thompson y Steph Curry llenaron las redes de Golden State Warriors, que llevaron el drama a Oklahoma. La victoria de los campeones 101-108 con 70 puntos entre los dos tiradores (27 de los 33 de su equipo en el último cuarto) fuerza el séptimo partido de la final de la Conferencia Oeste, y deja muy tocados a los Thunder, que ya han desperdiciado dos oportunidades para eliminar a los Warriors. Un claro parcial en el último cuarto cimentado por un 19-5 en los 5 minutos finales decantó un partido que los de Oklahoma tuvieron en su mano. Ahora, la serie se decidirá en casa de los californianos, el próximo lunes.
Parece increíble que el segundo mejor tirador de un equipo pueda serThompson, Eclipsado a menudo por la rutilancia de Curry, el escolta de los Warriors es un anotador de súper élite y así lo demostró en una situación de máxima exigencia: anotó 41 puntos, con el récord histórico de triples en un partido de play off de la NBA (11 en 18 intentos). El acierto de Thompson mantuvo con vida a los Warriors durante todo el partido, y cuando Curry se sumó a su fiesta en el último cuarto, el equipo de Steve Kerr logró ponerse por delante en los últimos instantes después de haber ido siempre a remolque en el marcador.
Curry acabó con 29 puntos (5 triples), 10 rebotes y 9 asistencias en un partido de menos a más, apareciendo en los momentos clave con dos triples y la canasta que sentenciaba el choque con 14 segundos por disputarse. Los Warriors, que llegaron a estar 7 abajo a cinco minutos del final (13 como mayor déficit en la primer parte), vencieron el último cuarto 33-18 y expusieron el tembleque de los Thunder, incapaces de ejecutar en los últimos minutos ante el quinteto sin pívot de los campeones.
Los de Oklahoma fueron siempre por delante en el marcador, de nuevo asfixiantes en su ritmo de juego, con Ibaka muy acertado pero en general con poca ayuda para Kevin Durant y Russell Westbrook. El alero acabó con 29 puntos pero con 10 de 31 tiros acertados, y el base hizo 28 puntos, 11 asistencias y 9 rebotes, pero sus pérdidas en el tramo final del choque resultaron decisivas. En esta ocasión no hubo factor sorpresa, y ni Dion Waiters ni Roberson aportaron luz a un ataque que lo acabó fiando todo a las dos estrellas de Oklahoma.
Como en toda la serie, los Warriors sufrieron para defender sin falta (concedieron 32 tiros libres), contener el rebote ofensivo del rival y echaron de menos la aportación del banquillo. Pero se mantuvieron cerca de los Thunder, sin irse del partido, con dureza mental hasta que el chispazo de genio de Thompson y Curry (además de un par de decisivas acciones de Iguodala) y sus galones de campeón les permitieron forzar el séptimo partido, que se jugará el lunes en su casa del Oracle Arena. Van dos match balls salvados por los campeones, que quieren volver a citarse con Cleveland en la final de la NBA.