Otra exhibición de Rafa

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

GUILLAUME HORCAJUELO

Es admirable la capacidad de Nadal para solventar todo tipo de dificultades y circunstancias

09 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Apenas 24 horas después de ofrecer una exhibición de tenis ante Schartzman, Rafa Nadal superó en poco más de dos horas el obstáculo que suponía Del Potro para alcanzar su 11.ª final en París.

La historia de la semifinal se puede resumir en un igualado primer set en el que el argentino dispuso de seis bolas de break que no logró convertir, mientras que a Rafa solo le hicieron falta dos para aprovechar una y romper el saque de Delpo para anotarse el set por 6/4.

El desenlace del set tuvo consecuencias determinantes para los dos jugadores: Rafa, que va de menos a más, subió su nivel de juego con un tenis más agresivo, pero sin perder un ápice de consistencia. Juan Martín, conocedor de que ganar el primer set era básico para sus opciones de triunfo, comenzó a pensar y a sentir, lo que luego declaró en la rueda de prensa: «Ganar a Rafa aquí, si está sano, es casi imposible. Cuando pierdes ocasiones ante el mejor del mundo lo tienes difícil». El de Tandil se refería, obviamente, a las pelotas de ruptura de que dispuso en el primer set.

Las estadísticas, a partir de entonces, fueron aplastantes a favor del español que consiguió en los dos últimos sets casi doblar en golpes ganadores a su rival (20-11), reduciendo a menos de la mitad el número de errores no forzados (11-23). Del Potro no consiguió romper el saque del mallorquín en todo el partido, mientras que Rafa aprovechó cuatro de las siete bolas que tuvo en los últimos sets para conseguir ganar con un resultado contundente a un rival de la entidad de Juan Martín Del Potro, que aunque llegó a París algo tocado y la tierra no es su mejor superficie, ha realizado un gran torneo y mantiene su escalada en el ránking (saldrá cuarto en la próxima clasificación), lo que dada la importancia de las lesiones que ha tenido que superar para volver a su mejor nivel, realzan el enorme mérito del argentino en volver a ser competitivo con los mejores.

En cuanto a Rafa Nadal, admirar una vez más su capacidad para solventar todo tipo de dificultades y circunstancias. Para él las condiciones meteorológicas, los distintos tipos de juego de sus rivales, lo mejor o peor que se sienta ese día, nada constituye una excusa para perder. Él se adapta a las circunstancias de cada día de partido y con la fortaleza mental que le caracteriza, es capaz de ganar una y otra vez.

Pero es que además, ahora, con 32 años cumplidos y tras sufrir importantes lesiones, posiblemente esté jugando el mejor tenis de su carrera.

Desde luego, las exhibiciones ofrecidas ante Schwartzman y Del Potro son razones evidentes del gran momento del campeonísimo español, al que solo le queda un partido para conseguir su 11.º título en París. Un partido ante el rival más difícil, el único jugador que le ha derrotado dos veces en tierra en los dos últimos años (Roma 2017 y Madrid 2018): el austríaco Thiem.

Dominic declaró que tiene un plan para ganarle mañana, pero muy bueno tendrá que ser el plan y mejor su ejecución para batir al mallorquín en la Philippe Chatrier. Rafa ha jugado diez finales en París y ha ganado las diez. Mañana tendrá la posibilidad de seguir agrandando su leyenda.