Nadal ataca su registro imposible

DEPORTES

Los 12 Roland Garros del español ya suponen una de las marcas más difíciles de batir en el futuro

31 ene 2022 . Actualizado a las 14:40 h.

Recién derrotado en los cuartos de final de Roma por un cualquiera, abatido tras caer ante Diego Schwartzman, Rafa Nadal (Manacor, 1986) dejó una reflexión cierta e inquietante solo unos días antes de que mañana, por fin, inicie su enésimo viaje hacia lo desconocido en Roland Garros. «El tiempo es limitado, pero voy a hacer lo posible para darme oportunidades». El campeón no hablaba de ampliar el más increíble de sus récords, uno de los grandes hitos de la historia del deporte, sus 12 títulos en París, sino de su falta de rodaje, apenas con tres partidos en las piernas antes de regresar a la Philippe Chatrier, la pista central, ahora cubierta, después de que la pandemia pusiese patas arriba el calendario, con la gran cita de la tierra batida, su superficie favorita, ahora saludando la llegada del otoño y no cerrando casi la primavera como marca la liturgia del tenis.

Cuando esta generación se retire, los 12 Roland Garros de Nadal parecen el récord más difícil de batir del tenis. ¿Más complejo que los 20 majors actuales de Federer? ¿O ganar el Grand Slam original en dos años diferentes, como Rod Laver? «Rafa ha conseguido ese hito en una época en la que coincidió con otros dos mitos como Federer y Djokovic, más Murray —razona Paul Dorochenko, ex preparador físico de Federer—. No arrancó la cuenta como Roger, cuando había un vacío a su alrededor. Su marca en París me parece muchísimo más difícil de batir que otras. No soy capaz de imaginar a nadie acercándose nunca al registro de Nadal».

Antonio Martínez Cascales pilotó desde crío la trayectoria de Juan Carlos Ferrero, un exnúmero uno del mundo con un título en Roland Garros y una final en el US Open en su excelsa hoja de servicios. Cifras que ponen en situación los 19 grandes de Nadal y sus 12 Roland Garros. «Rafa es un tenista fuera de lo común, entre los cinco o seis más grandes de la historia del tenis, y eso marca diferencias. Pero, lo que lo distingue, es que es el último y ya el único gran especialista en tierra. Ya no hay jugadores que se vuelquen en una superficie, sino que el propio calendario, que primó los torneos en pista dura, propició el cambio. Los primeros especialistas en desaparecer fueron los de hierba; hasta el 2006 o el 2007 podía haberlos en tierra, pero ya no», argumenta Cascales como el contexto en el que Nadal agigantó su soberbio tenis en arcilla.

En Roland Garros Nadal ha sido más Nadal que en ningún torneo del mundo. En tierra arroja un increíble récord de un 92 % de victorias (438?40), que eleva al 98% en Roland Garros (93-2), con las únicas derrotas ante Soderling (2009) y Djokovic (2015). «Pierde menos todavía allí al jugarse al mejor de cinco sets», razona Dorochenko.

Cascales ve improbable que nadie se acerque al hito de 12 Roland Garros que Nadal puede estirar desde mañana: «Tendría que aparecer otro fenómeno entre los cinco o seis mejores de la historia y que se especializase en tierra. Pero, como el 80% del circuito se celebra en pista dura, no va a pasar».

«Hasta para un profesional de esto es complicado explicar cómo Nadal pudo alcanzar 12 Roland Garros. En un evento como ese un día te levantas y te duele el codo, o estás cansado de piernas por las cinco horas en pista del día anterior, o te frustras por el viento o por el calor, tan cambiantes allí, o te encuentras a un ruso que pega plano y revienta la pelota, o a un argentino que llega a todas... Por eso es tan difícil ganar allí. A Nadal le ha sucedido de todo y lo ha superado: competir con fiebre, jugar infiltrado... Le ha dado igual. Es tan inhumano que veo imposible que nadie iguale sus 12 títulos en el futuro; y menos aún en la sociedad actual de consumo rápido, poca paciencia y jóvenes progresando con otras inquietudes. Lo suyo requiere una disciplina tan imposible de aceptar que creo que es uno de los mayores hitos de la historia del deporte», considera Álex Corretja, doble finalista en París.

«Un excelente sacador y voleador puede tener más asequible batir en el futuro los 8 títulos de Wimbledon de Federer, pero no los 12 de Nadal en París», coincide Dorochenko.

«Pasará a la historia por su resistencia mental, muy superior al resto»

«Nadal pasará a la historia por su resistencia mental, muy superior al resto. Gracias a ella marca diferencias en un torneo de tanto desgaste no físico, sino psicológico como Roland Garros», considera Paul Dorochenko. «Su legado más grande es su actitud intachable. No he visto jamás a un tenista, hombre o mujer, que no ponga una mala cara o pegue un grito o destroce una raqueta a lo largo de una carrera. Pero no lo he visto en Rafa ni siquiera en entrenamientos. Su intensidad es tan alta desde el minuto 1 al último, que solo se logra si llevas muhcos muchos años ejerciéndola», considera Corretja. «Su forma de recuperarse después de caer ha sido encomiable. Él ha pasado bajones importantes y ha caído, pero, y esto es lo que más valoro, los ha superado. Puede perder un set que cualquiera veía ganado, pero inicia el segundo como si nada, o incluso lanzando un ‘‘¡vamos!’’ reafirmándose en cuanto gana un punto. Su capacidad de borrar el pasado inmediato es tan profunda, que lo admiro», destaca Corretja.

De vuelta al torneo que empieza mañana, Cascales arroja otra reflexión asombrosa sobre un tenista de 34 años con tres lustros a sus espaldas en la élite: «Para ganar su decimotercer título de Roland Garros, él depende de su estado de forma, no de los demás». El primer paso, ante el bielorruso Egor Gerasimov.

Rafa Nadal y los otros grandes récords del deporte

La hazaña del balear ya está a la altura de las de otros mitos de la historia

Lois Balado

Muy pocos deportistas logran inmortalizar su nombre. Nadal es uno de ellos. Sus doce Roland Garros, aún con la posibilidad de ampliarlos, le colocan junto a un grupo de privilegiados de récord.

NADIA COMANECI

La gimnasta perfecta. Su medalla de oro en Montreal con un 10 de calificación a los 14 años convierten a la rumana en una gimnasta irrepetible. Fue la primera y única vez en la historia de los Juegos modernos que alguien ha alcanzado una puntuación perfecta.

USAIN BOLT

Talento, disciplina y «show». Once oros mundiales, ocho oros olímpicos y tres récords mundiales. Pero el espectáculo de Bolt duraba mucho más que los 9,58 segundos en los que corrió los 100 metros en el 2009. «El atletismo se ha quedado huérfano desde su retirada. Su historia no es solo la de la lucha del ser humano contra sus propios límites, sino que además era ese espectáculo que le convirtió en la auténtica vedette del atletismo, que no se ha sido capaz de suplir su ausencia», explica Isidoro Hornillos, presidente de la Federación Galega de Atletismo.

PELÉ

Triplete mundialista. Ni Maradona ni Messi ni ningún otro lograron lo que el brasileño. Tres títulos mundiales con su selección. Eso, además de conservar la marca de ser el jugador con más goles anotados a lo largo de su carrera.

MICHAEL JORDAN

Tirano y perfecto. Seis títulos de campeón de la NBA y seis veces MVP en la final, doble campeón olímpico e infinidad de récords para el mejor jugador de la historia del baloncesto, un trono que nadie se atreve a discutirle. Una de las figuras más importantes del deporte del siglo XX, pero también un carácter despótico con sus compañeros y rivales. Deportista y fenómeno global.

WILT CHAMBERLAIN

Cambiando las normas. Sigue siendo el único jugador de la NBA en lograr 100 puntos en un partido o capturar 55 rebotes. Pero su dominio absoluto en los dos lados de la cancha obligó a cambiar algunas normas del juego, como la de que un lanzador de tiros libres pudiese recoger su propio rebote antes de que el balón tocase el aro o la ampliación de la zona en la que se castigan los tres segundos.

ROD LAVER

El primer todoterreno. Ganador dos veces del Grand Slam en un mismo año —Australia, Roland Garros, Wimbledon y US Open—, una como amateur y otra como profesional. «Él fue el primer tenista versátil. Antes, los jugadores eran, sobre todo, especialistas en superficies. Los australianos en hierba, otros en tierra...», explica Álex Corretja. «Ya no hay jugadores tan marcados de tierra o de dura. Laver fue un adelantado a su tiempo. Demostró que era capaz de adaptarse a cualquier superficie», analiza el extenista español, doble finalista de Roland Garros.

LINDSEY VONN

Récord de victorias. La americana, triple medallista olímpica (oro en Vancouver), siete preseas en el Mundial, es la esquiadora con más triunfos en la historia de la Copa del Mundo de esquí alpino. Con innumerables operaciones encima, siempre regresó al máximo nivel para acabar forjando una de las carreras más exitosas del deporte.

jACK NICKLAUS

Del campo a la cartera. Para muchos, el mejor golfista de la historia. Nadie tiene una vitrina de títulos mayor que él con 18 majors. «Por su determinación, por no conformarse, por buscar la perfección permanentemente, por la humildad para querer mejorar todos los días y por lo que unos llaman corazón, y yo digo también estómago para aguantar la presión. La diferencia entre un gran campeón y uno que no lo es, es que el gran campeón disfruta con la adrenalina, le da un plus», explica Manuel Piñero, excampeón de la Copa del Mundo de golf. Una curiosidad: el Banco de Escocia estampó su rostro en el billete de 5 libras.

MICHAEL PHELPS

El que más brilla. Nadie ha ganado más medallas que él en unos Juegos. En total, el americano acumuló 28 preseas, 23 de ellas de oro durante las citas de Atenas, Pekín, Londres y Río. El considerado mejor nadador de todos los tiempos sumó 79 medallas en grandes eventos durante su carrera.

MUHAMMAD ALI

Talento y política. Campeón de los pesos pesados cuatro veces y oro olímpico en Roma en 1960. Llegaron otros al ring, pero Ali sigue estando un escalón por encima del resto. Su mística es eterna, en parte por su legado político. Defensor de las luchas de los afroamericanos y del islam en la racista sociedad estadounidense de los sesenta.

MIGUEL INDURAIN

Cinco veces campeón. Cinco veces ganador del Tour de Francia. Las mismas veces que Anquetil, Merckx e Hinault. Pero el navarro ha sido el único en conseguir la hazaña de lograrlos de manera consecutiva. Suma dos Giros a su palmarés.

El golf, el ciclismo y el motociclismo todavía cuentan con leyendas en competición

Siguen en activo, pero saben que les espera un hueco en la historia. Como sucede con el actual trío de dominadores en el tenis, otros deportes disfrutan de los últimos años de futuras leyendas.

PETER SAGAN

El eterno verde en París. No es solo que el eslovaco comparta el honor de ser el ciclista que más veces se ha proclamado campeón del mundo —en tres ocasiones—, Sagan tiene además la impresionante marca de lograr vestirse siete veces de verde en París. Pero sus méritos son también a nivel de márketing como destaca Evaristo Portela, director del equipo ciclista Froiz: «No solo es un superclase que ha sabido sacar partido a su dominio de la bicicleta, también es un corredor rentable. Vende muchísimo, por algo es el mejor pagado».

VALENTINO ROSSI

El doctor revolucionario. Rossi acumula nueve títulos mundiales y, pese a continuar en activo con 41 años, ya es historia del motociclismo. Fino y limpio en su estilo, será recordado por su plasticidad y por haber sido capaz de adaptarse con éxito de los 500 centímetros cúbicos a las actuales motoGP. Y por su valentía. El italiano decidió cambiar de Honda a Yamaha probando que su superioridad no era fruto de su montura.

TIGER WOODS

Más allá del golf. Un talento precoz que, pese al martirio de las lesiones, transformó el golf desde 1997. Tiene 15 grandes, a tres del registro de Jack Nicklaus.