El director de «La noche en 24 horas» es socio de los dos principales clubes deportivos de su ciudad
08 oct 2020 . Actualizado a las 14:31 h.Su vida transcurre en Madrid. Pero su corazón nunca se ha ido de Pontevedra. Porque si de algo presume Xabier Fortes a sus 54 años es de ser muy pontevedrés. De los del baile del Casino. De los de las fiestas de la Peregrina. Del Teucro. Del Pontevedra CF. Porque si algo tiene este periodista, que en los últimos años ha alternado las noches y los desayunos en RTVE, es pasión por el deporte. «Sí, simpatizo con el Barça, pero mi corazón es azulgrana por el azul del Teucro y el granate del Pontevedra», resume. Y siente al club de su ciudad desde que nació. De hecho, su llegada al mundo coincidió con el histórico liderato gallego en Primera División. Cincuenta y cuatro años después sigue soñando con poder verlo en la máxima categoría del fútbol nacional.
-Conocido es su gusto por el deporte como aficionado. Hábleme para empezar del Xabier Fortes deportista.
-Pues siempre me gustó mucho jugar al fútbol. Supongo que porque, de niño, era lo que más se practicaba en los colegios. Ya a nivel de equipo, mi primera experiencia fue un partido de solteros contra casados en la aldea de mi padre, Caroi, en las montañas de Cotobade. Tenía 14, 15 años y jugaba contra señores que me doblaban la edad. Allí hicimos un equipo que aguantó cuarenta años. En edad juvenil, milité un año en el Pontevedra. Y, al venirme a estudiar la carrera a Madrid, me apunté en el equipo de la facultad de Periodismo. Luego, dejé de hacer deporte y ahora, con el confinamiento, pues retomé un poco la actividad. Uno cumple años y trata de estar un poquito en forma. Y, bueno, pues intento salir a correr algo por el parque cada día.
-¿Cómo era como futbolista?
-Pues le diré que las opiniones sobre mí estaban divididas. Yo creía que era genial y el resto decían que era un petardo (se ríe). Pero, bueno, creo que manejaba bastante bien la derecha. Pero era lento, no me cuidaba y era muy poco disciplinado. Y así se esfumó mi futuro futbolístico (más risas).
-Mejor pinta tiene su hijo pequeño, ¿no?
-Pues sí. Es cadete de primer año y juega en el Pontevedra. Es un central de romper y rasgar, porque con solo 14 ya mide 1,86. Creo que tiene madera. A ver si mantiene la progresión.
-¿Es más del Barça o del Pontevedra?
-Sí, simpatizo con el Barça, pero mi corazón es azulgrana por el azul del Teucro y el granate del Pontevedra. Soy socio de ambos clubes de mi ciudad. Y mis hijos también, desde que nacieron. Creo que estaba predestinado a ser del Pontevedra, pues nací con el equipo líder de Primera. Llegué unos meses más tarde, pero en esa temporada. Lo curioso es que nunca llegué a verlo en la máxima categoría del fútbol nacional. Me queda esa cosa.
-¿Se imagina vivirlo con su hijo jugando?
-Bueno, eso sería lo máximo.
-Lo de ser del Pontevedra está claro. Pero, ¿de dónde viene su afición al Barça?
-Pues de Cruyff. Era niño cuando el 0-5 en Chamartín. El holandés fue el que me hizo decantarme por ese equipo. Y me siento muy identificado con su filosofía futbolística.
-Volvamos a Galicia. ¿Celta o Deportivo?
-Celta. Pero no soy antideportivista, ni mucho menos. Comparto el pensamiento de Iago Aspas de que el lugar natural del Dépor es en Primera. Una lástima verlo ahora tan abajo. Pero seguro que vuelve. Y mire si no soy antideportivista, ni mucho menos, que disfruté en Riazor del título de Liga, en Madrid del Centenariazo, he viajado algún partido con el equipo... Y, anteriormente, yo creo que todos éramos un poquito del Superdépor.
-¿Es Xabier Fortes el Superdépor del periodismo español: un profesional de provincias que se hace un hueco en el panorama nacional y cae simpático a todo el mundo hasta que empieza a destacar y ahí ya molesta?
-Hombre. Dicho así... Nunca me había parado a pensarlo. Pero, no sé. No creo que sea un caso excepcional. Pienso que en todas las profesiones, cuando eres meritorio o estás de prácticas, caes mejor que cuando ya creces un poco. Los egos son muy grandes y en el periodismo más. Pero, mire, si hay gente que no le gusta que haga una determinada pregunta, un comentario o, simplemente, que me despida en gallego, pues no me preocupa lo más mínimo. Sé que tengo mis odiadores profesionales. Pero, también le diré que si un día Eduardo Inda o Alfonso Rojo hablan bien de mí, entonces me preocuparé. Lo único que temo es que pueda producirse eso. Si algún día hablan bien de mí es que algo habré hecho yo mal.
-En el periodismo ya sabemos que es de ir al ataque. ¿En el fútbol también?
-Creo que a todo el mundo le gusta el fútbol ofensivo. Pero todo es válido.
-Mójese y ponga nombre a los dos mejores futbolistas gallegos de la historia.
-Pues Amancio y Luis Suárez. Yo vi más al primero que al segundo. Y tampoco es que lo viera mucho. Pero por crónicas que he leído, resúmenes de partidos, hablar con gente como Relaño que sabe mucho de esto... Hasta que llegaron Xavi, Iniesta y compañía, creo que los dos coruñeses eran los mejores jugadores que había dado el fútbol español. Luego hay uno que pasa inadvertido, al que sí vi, y era tremendo: José Carlos Nené Suárez. Era un chaval de Vigo que jugaba como los ángeles. Ya en el Pontevedra, si nos remontamos a la época del hai que roelo, estaba Martín Esperanza, que había jugado en el Betis. Se lesionó la rodilla, pero aun cojo, marcaba diferencias. Teníamos tres delanteros muy buenos: Cerezuela, que marcó el gol del ascenso y el de la primera victoria ante el Madrid; el mejor rematador de cabeza, un asturiano, José Jorge; y Roldán II. Luego estaba Neme, que era un superclase. La única victoria del Pontevedra en el Camp Nou fue con un gol suyo. Eduardo Dapena Lis, Cholo, que se retiró el día de Navidad e hizo callar a Di Stéfano en el Bernabéu. Y luego atrás Manuel Batalla, Calleja, Irulegui...
-Es usted una enciclopedia futbolística hablante.
-No se crea, hablo de lo que me acuerdo o me he informado. Recuerdo partidos de España, del Barcelona, del propio Pontevedra... Cuando a uno le gusta algo, pues es fácil que se le queden cosas.
-¿Cómo ve en la actualidad a su club?
-Creo que la presidenta, Lupe Murillo, está haciendo un muy buen trabajo. Pienso que ha hecho un equipo muy bueno, cuya guinda es haber fichado a Charles. Pontevedra es una de las ciudades más futboleras que hay. De hecho, a poco que el equipo le dé, siempre hay muy buenas entradas. Las tascas de Pontevedra huelen a fútbol.