A la eterna rivalidad entre ambas potencias del Cono Sur se sumaron las disputas de Pelé y Maradona, numerosas trifulcas y ese «agua bendita» de Bilardo que anestesió a Branco en el Mundial de Italia 90
06 sep 2021 . Actualizado a las 17:55 h.El «agua bendita» de Branco, palabras cruzadas entre Pelé y Maradona, batallas campales... y ahora una orden de deportación ejecutada en pleno terreno de juego. Los partidos entre brasileños y argentinos, acérrimos rivales, suelen ser bastante más que fútbol. La última polémica entre dos países que se desvelan por el fútbol ocurrió este domingo en Sao Paulo, en el primer encuentro desde que la Albiceleste venció a la canarinha en la final de la Copa América 2021, disputada en el legendario Maracaná en julio.
El duelo entre el primero de los clasificatorios sudamericanos para el Mundial de Catar, el Brasil de Neymar, y el segundo, la Argentina de Messi, duró apenas seis minutos, el tiempo que transcurrió desde el pitido inicial hasta que un grupo de agentes sanitarios brasileños irrumpió en la cancha del estadio Neo Química Arena de Sao Paulo para deportar a cuatro jugadores argentinos acusados de violar el protocolo anticovid brasileño. Encabezados por su capitán, Messi, los albicelestes regresaron a los vestuarios y el superclásico se suspendió. «Hace tres días que estamos acá. Hubiesen venido el primer día y no así», se quejó el rosarino.
Aún no está claro si el partido se reprogramará o si la FIFA declarará un ganador. Antes que este, hubo muchos más episodios que forjaron esta eterna rivalidad. En primer término, el choque de octavos de final del Mundial de Italia 90, en el que la Albiceleste de Diego Maradona venció 1-0 a la 'Seleçao'. En aquel duelo el lateral brasileño Branco bebió agua de un recipiente ofrecido por el entonces utilero y masajista argentino Miguel Di Lorenzo. El zaguero afirmó que luego se sintió mareado y denunció que el agua podría haber tenido alguna sustancia, lo que fue negado por Di Lorenzo. Años después, en 2004, Maradona avivó la polémica al decir, en un programa televisivo y entre risas, que «alguien» le echó un somnífero al agua, lo que dejó «totalmente boleta (desorientado)» a Branco. El entrenador de la Albiceleste en esa Copa del Mundo, Carlos Bilardo, negó lo dicho por el fallecido '10'.
Para algunos historiadores, la rivalidad entre argentinos y brasileños surgió a principios del siglo XX, en medio de las aspiraciones de ambas naciones por perfilarse como potencias del Cono Sur. Para otros, se debe a la respuesta de la pregunta: ¿Quién es mejor, Pelé o Maradona? Aunque muchas veces se abrazaron y compartieron sonrisas, los dardos entre los dos 10 fueron una constante hasta poco antes del fallecimiento del 'Pelusa', en noviembre del 2020. El campeón del mundo en 1986 le recriminaba a 'O Rei' su cercanía con el poder y aseguraba que él era mejor. «Pelé vive en la FIFA y yo vivo en Dubái», dijo en enero del 2014 después de que el brasileño recibiera un Balón de Oro honorario.
El tres veces campeón mundial aseguraba que el argentino, quien batalló contra sus adicciones, no era un modelo a seguir. «Un mal ejemplo. Fue un gran futbolista, pero desgraciadamente hay que ver lo que pasó con él», sostuvo en marzo del 2009. A pesar de ello, Pelé despidió a su competidor por el olimpo del fútbol mundial con una cariñosa frase: «Algún día podremos jugar juntos al fútbol en el cielo».
Trifulcas entre clubes
Más recientemente, en julio, jugadores y directivos de Boca Juniors protagonizaron una trifulca tras su eliminación en octavos de la Copa Libertadores 2021 ante Atlético Mineiro. La policía lanzó gases lacrimógenos, la seguridad privada se encaró con los futbolistas y los deportistas lanzaron cuanto objeto tuvieron al alcance, en unos incidentes se produjeron después del encuentro de vuelta de una eliminatoria que el conjunto brasileño ganó por penaltis. Los argentinos estaban furiosos por la anulación de un gol a instancias del VAR. Tras el pitido final, intentaron invadir el vestuario local y se produjo la gran trifulca, en la que se lanzaron vallas y objetos metálicos. Los guardias del Mineiro respondieron, mientras la policía intentaba controlar la situación con gases. La pelea terminó con los argentinos eliminados y pasando la noche en una comisaría.
Los choques entre clubes de Brasil y Argentina suelen estar cargados de un ambiente especial, pero la final de la Copa Sudamericana 2012 entre Sao Paulo y Tigre pasó a la historia porque decretó a un campeón en un partido sin segunda parte. Tras empatar a cero en Buenos Aires, el trofeo se definiría en el Morumbí. A la media hora de juego, el tricolor paulista ganaba 2-0. Al final del primer tiempo, una discusión entre dos jugadores caldeó el ambiente. Los futbolistas Tigre intentaron invadir el vestuario local y la policía intervino. Según los periodistas argentinos en el estadio, los uniformados agredieron a la plantilla de Tigre, que rechazó salir al terreno de juego en el segundo tiempo. Pasada media hora de espera, el árbitro dio por finalizado el encuentro y se declaró al Sao Paulo campeón.