Márquez aliviado tras su regreso: «No volver a subirme a una moto estuvo sobre la mesa»

Borja González COLPISA

DEPORTES

JENNIFER LORENZINI

El piloto retomó su preparación y apunta ya al regreso a su Honda en febrero, después de pasar uno de los momentos «más difíciles» de su carrera

14 ene 2022 . Actualizado a las 15:03 h.

El miércoles Marc Márquez volvió a subirse a una moto, casi tres meses después de su accidente entrenando la semana anterior al penúltimo gran premio del 2021. Un hecho que parece poner punto final a su personal vía crucis y que parece ponerle, ya sí, en el camino de comenzar la pretemporada de motoGP en condiciones y junto al resto de la parrilla. «Estoy muy contento, aliviado, pero aún con tensión. Han sido tres meses muy duros», confesaba el campeón español este viernes en su primera aparición ante los medios de comunicación tras lesionarse.

«En el último mes, y especialmente en las últimas semanas, he sentido una gran mejora. No puedo decir que estoy totalmente recuperado porque quedan unos pasos planificados que necesitamos dar para poder confirmar que estoy completamente recuperado», explicaba tras su prueba con una moto de cross, y después de que los médicos que le han ido monitorizando decidiesen que estaba listo para dar el siguiente paso. «Encima de la mesa estaban todas las opciones: modo conservador, que era dejar pasar el tiempo, la opción de una operación, y la opción de no poder subirme otra vez a una moto, pero parece que la opción conservadora está dando sus frutos», desveló.

Márquez tiene ya como objetivo la siguiente prueba para su lesión, la de subirse a una moto a altas velocidades, lo que determinará, en el caso de que no haya ningún problema, su futuro próximo, que pasa por subirse a su Honda de motoGP en el primer entrenamiento de pretemporada en el circuito de Sepang los días 5 y 6 de febrero. «Si estoy encima de una moto es que veo bien. Ahora solo falta confirmar y dar este último paso con una moto lo más similar a una motoGP, una CBR o una RCV, en un circuito de gran premio como Montmeló, Valencia, Jerez o Portimao. El equipo está barajando distintas posibilidades para probar y si todo va bien en un día de entreno, a 300 km/h, ya sí que daremos el paso de estar en los tests de Malasia», aseguró.

Esto pondría fin al último de los calvarios invernales de un piloto que arrastra un currículum desesperante de lesiones en los últimos cursos. «Quizás ha sido uno de los momentos más difíciles de mi carrera, porque ya es el cuarto invierno que estoy lesionado. Primero con el hombro derecho, luego el izquierdo, luego el brazo y ahora que parecía que el hombro iba mejor llega otra lesión cuando había vuelto a ganar en Austin y en Misano y me sentía bien. Pero la vida es así, siempre hay que ser positivo. Es cierto que es duro, y no le deseo esto a ningún piloto», reconoció el piloto catalán.

Si la prueba de velocidad confirma su recuperación, el del Repsol Honda podrá volver a un plan de trabajo normal, también teniendo en cuenta la lesión en el brazo que le dejó en el dique seco en el 2020 y en el inicio del 2021. «Hemos continuado trabajando y ahora, una vez que parece que la visión se está solucionando, nos vamos a fijar en el hombro. Mi prioridad este año va a ser mi físico y esto es lo que voy a intentar cuidar al máximo», subrayó.

«Tener a Marc en la pretemporada va a ser súper importante para todos nosotros para tratar de conseguir la mejor moto para la temporada en esos cinco días de tests», apuntaba su compañero de equipo, Pol Espargaró, que como el resto de pilotos de la marca nipona, ahora con Márquez incluido, espera ansioso el inicio de los entrenamientos oficiales para probar su nuevo prototipo y para poder entender si tienen herramientas para pelear con sus competidores. Con el ocho veces campeón del mundo como punta de lanza.