No los queremos, pero habelos hailos

Elena Roca FUE JUGADORA DEL CRAT, 45 VECES INTERNACIONAL, TRIMUNDIALISTA Y AHORA ES LA DIRECTORA TÉCNICA Y ENTRENADORA DEL CLUB DE RUGBI

DEPORTES

Rayo Vallecano

02 feb 2022 . Actualizado a las 21:48 h.

No queremos a los que se quieren cargar el deporte femenino a base de minar la moral de su plantilla, como está haciendo la directiva del Rayo Vallecano. No queremos a los que defienden las manadas y las enaltecen, hay tantos. No queremos a los que presuntamente buscan compenetrar un grupo deportivo con una violación múltiple: Carlos Santiso diciendo que «eso es lo que realmente une a un staff y a un equipo». Vomitivo. Las manos a la cabeza y los pelos de punta porque no los queremos, pero vemos que habelos, hailos.

Esas palabras no deberían quedar impunes, y ya que la justicia no tiene todavía recursos para sancionar ejemplarmente esta apología de la violación, al menos un club que se precie no debería ni pensar en la contratación de este individuo bajo sospecha de ser o querer ser un agresor sexual en potencia. Sus declaraciones son contrarias a la dignidad de las mujeres y son de una gravedad que no es aceptable en ningún caso, cita el comunicado de la plantilla, rechazándolo.

Toca placar contra esta normalización de personajes sin valores. Normalizar es lo contrario a condenar. Y si normalizan esto públicamente en un club de Primera al contratarlo, ¿qué pasará en el resto de la sociedad que no vemos? Lo que hace la directiva con este tipo es normalizar actitudes vergonzosas e inaceptables socialmente, ya que no solo no las ha condenado, sino que aberrantemente las ha incluido dentro de la disciplina deportiva que debería ser un ejemplo de valores.

Vemos que no estamos solas, ya que ha habido reacciones esperanzadoras de varios estamentos y sectores deportivos ante estas injusticias, que reprueban públicamente la decisión de contratar a este personaje: Futpro, asociación de jugadores, peñas rayistas, y la propia plantilla con su comunicado oficial. Esperamos también que haya una pronta conclusión del informe que está en manos del Comité de Ética de la RFEF para que aconsejen alejarlo de los campos. Queda claro por qué no los queremos y os animo a que visibilicemos nuestro rechazo para que los que normalizan agresiones y desigualdades se sientan vigilados. Y no nos relajemos en esta labor, porque habelos, hailos.