El delantero senegalés propinó un puñetazo a su compañero tras la derrota ante el City en un claro ejemplo del polvorín en el que se ha convertido el club bávaro esta temporada
13 abr 2023 . Actualizado a las 18:38 h.La dura derrota del Bayern ante el City en la ida de cuartos de la Champions (3-0) agravó la crisis que atraviesa el conjunto bávaro en los últimos tiempos. A los malos resultados, la división en el vestuario y el reciente cambio de entrenador, este martes se sumó un nuevo contratiempo a la dantesca situación actual del campeón germano.
Los protagonistas fueron Sadio Mané y Leroy Sané. Según el diario Bild, el delantero senegalés, que comenzó el encuentro desde el banquillo, agredió a su compañero en el túnel de vestuarios. El desencadenante fueron las quejas que Sané dirigió a Mané cuando este entró al campo y que acabaron en una fuerte discusión al término del encuentro. Fueron los propios compañeros allí presentes los que tuvieron que separarles para que el incidente no fuera a más. De hecho, según el citado medio, el rostro de Sané tenía marcas de pelea.
El club bávaro ya ha tomado cartas en el asunto. Así, el exjugador del Liverpool, llegado a Múnich este verano como fichaje, ha sido suspendido temporalmente y podría salir en verano. Tanto Sané como Mané estuvieron entrenando este jueves, después de comparecer para un informe del club. Como ha expuesto el club bávaro a través de un comunicado oficial, para empezar el delantero africano no estará en la convocatoria de este fin de semana frente al Hoffenheim.
Los problemas no cesan
La agresión de Mané a Sané es solo el último episodio de una serie de sucesos que salpican al Bayern de Múnich en los últimos tiempos y que ponen de manifiesto la división del vestuario. Los resultados tampoco acompañan. Marcha líder en la Bundesliga como de costumbre, pero con el Borussia Dortmund a solo dos puntos, y salvo proeza volverá a caer por tercera vez consecutiva en cuartos de Champions.
La salida de Julian Nagelsmann llegó tanto por unos resultados poco fiables como por su mala relación con gran parte de los pesos pesados del vestuario. Sin ir más lejos, el propio Mané tuvo sus más y sus menos con el extécnico, que no contó con el senegalés tanto como él esperaba.
Ahora, con Thomas Tuchel al frente, la situación del conjunto teutón sigue por los mismos derroteros. El gigante alemán, caracterizado por ser un club serio y sin problemas de este calado, vive inmerso en una crisis de las que no se recuerdan en Baviera, y con la sensación de que hace falta una fuerte reestructuración de plantilla para solventarla.