Su madre se marchó a trabajar a Suiza para evitar el desahucio de su familia, mientras ella coleccionaba hitos como perla del fútbol y del atletismo
11 ago 2023 . Actualizado a las 13:59 h.«Es una futbolista con un potencial enorme y ni mucho menos ha tocado techo. Es una jugadora muy joven, lleva un año en el fútbol [profesional] y seguirá brillando. Seguramente en el futuro veremos mucho más de lo que puede hacer». Fue la reflexión del seleccionador Jorge Vilda a las preguntas sobre Salma Celeste Paralluelo Ayingono (Zaragoza, 2003), la auténtica sensación del encuentro ante Países Bajos, tras forzar el penalti del primer gol y marcar el segundo en la prórroga que daba el histórico pase a las semifinales a la selección española.
Hija de padre catalán y madre ecuatoguineana, creció en el seno de una familia humilde junto a dos hermanos. La crisis del 2008 dejó sin trabajo a Jaime Paralluelo, el cabeza de familia que había llevado el sustento a casa con sus trabajos de electricista y camionero. Fue Diosdada Ayingono, su madre, la que los consiguió sacar del apuro, con amenaza de desahucio incluida, al marcharse a trabajar a Suiza. Salma apenas la veía unas semanas al año, en Navidades y verano, principalmente. Es por eso que la hoy extremo de la selección española siempre se ha demostrado muy agradecida al esfuerzo de sus progenitores. También con su padre, que se quedó a cargo de los tres niños, asumiendo todas las labores del hogar.
De forma paralela, Salma se fue iniciando en dos deportes. Su físico privilegiado (hoy mide 174 centímetros de pura fibra) le permitía sobresalir en todo. La mejor de su equipo en fútbol y campeona de España en atletismo en pruebas de velocidad (en infantiles y cadetes).
Toña Is la reclutó en el 2018 para que jugara con la selección española sub-17 de fútbol, a pesar de que solo tenía 14 años. Y se proclamó campeona de Europa y del mundo. Un tiempo más tarde, en el 2019, fue el atletismo el que la hizo llenar páginas de periódicos. Participó en su primer Campeonato de España absoluto, logró el récord nacional sub-20 en los 400 metros (53,83 segundos), se subió al podio (bronce) y logró la mínima para el Europeo absoluto. Un hito. Hacía 32 años que nadie tan joven (15 años) lograba algo así. Y ahí comenzó una gran lucha entre los dos deportes. ¿Quién se llevaría a la perla Paralluelo?
Hacerse notar
Ella no quiso tomar una decisión precipitada. Siguió compitiendo en ambas disciplinas y, de hecho, puso como condición a sus equipos de fútbol que le permitieran compatibilizar con el atletismo. Hasta que en julio del 2022 dio el gran paso. Se despidió del Villarreal CF y del Playas de Castellón para firmar el contrato de su vida que les permitiría vivir con holgura a todos (a ella y a su familia). Esos meses fueron de locos. Vilda la convocó para jugar la Eurocopa con la selección española absoluta, pero se lesionó y no pudo acudir a la cita; y el Barcelona, subcampeón de Europa, la fichó, para ganar poco después el Mundial sub-20 de fútbol.
Y su carrera no para. En su primer año de futbolista en exclusividad ya es campeona de Europa de clubes y busca el título mundial de selecciones. Aún no ha perdido un solo campeonato. Ha ganado todo lo que ha jugado. Y en Nueva Zelanda y Australia ya se ha hecho notar.