El análisis de Alberto Blanco del Mundial de baloncesto: Alemania y Serbia, las dos mejores cara a cara en la final

Alberto Blanco

DEPORTES

Se pone a prueba la mezcla de veteranía y juventud teutona y la solvencia ofensiva serbia que casi parece un descaro sin freno gracias a Bogdanovic

09 sep 2023 . Actualizado a las 20:01 h.

Esperamos una gran final. Llega Alemania invicta a una cita habitualmente no apta para ella. Serbia, en cambio, ha pasado la purga de la derrota contra Italia en la segunda fase, y encara un encuentro para el que nace. Ganar finales. Será una cita táctica (mañana, 14.40 horas, RTVE Play). No hay duda.

Tiene Serbia un equipo sólido, unido y bastante solidario. El rol principal es para Bogdanovic, y luego cada uno sabe hacer su parte del juego. Milutinov ha emergido como el pívot diferencial que su salario y rol le tienen encomendado en Europa. Pero los de Pesic son más que un tirador y un buen pívot. Es cierto, como sucede en cada campeonato, que para llegar al título o a la final, debe haber un killer. Un tipo que asume los galones en el momento crucial. En el pánico ante el error, debe surgir una figura. Y los serbios lo tienen en Bogdanovic.

Pero hay que realzar el trabajo de bases como Jovic y Avramovic, o secundarios como Guduric o el otro Jovic. Suman por muchos lados. Leen con pulcritud cada acción. Y se les ha visto muy unidos en torno a Pesic, el veteranísimo entrenador casi jubilado. Pero en esa época dominaban el baloncesto con sus generaciones doradas.

Serbia no ha tenido piedad de China (105-63), Puerto Rico (94-77) y Sudán del Sur (115-83) en una primera fase perfecta. Se vio sorprendida por la Italia alocada de Gianmarco Pozzecco (76-78), y luego ya ha encarrilado otras tres victorias seguidas frente a la República Dominicana (112-79), Lituania (87-68) y Canadá (95-86). Una solvencia ofensiva que casi parece un descaro sin freno.

Frente a ellos, la única selección invicta de este torneo. La Alemania de Denis Schröder. El base teutón es el faro del equipo. No podemos obviar lo que sucedió hace unos días entre él y su entrenador. Sin duda alguna, el técnico alemán claudicó ante Schröder en una imagen bastante evidente de los galones en ese vestuario. Pero Alemania es más que el pequeño base NBA. Tiene también una combinación de veteranía y juventud que amplía el horizonte a corto plazo.

Un dominador Daniel Theis y su emparejamiento con Militunov será una referencia para el partido. Voigtmann y los hermanos Wagner, junto al ex obradoirista Andreas Obst (recital de tiro ante EE.UU.). Con el equilibrio en el quinteto que le da Isaac Bonga o el ex del Breogán Hollatz y Neil Giffey. Mucho donde rascar para ser una escuadra constante. Uno tras otro y sin miramientos han ido cayendo en la red teutona Japón (81-63), Australia (85-82), Finlandia (101-75), Georgia (100-73), Eslovenia (100-71), Letonia (81-79) y Estados Unidos (113-111). Muy meritorias sus victorias frente a Australia en un encuentro decisivo o como apalizó a la Eslovenia de Doncic. Es el todo o nada. Llega la gran final.

Pesic, el técnico eterno: «Esta es mi pasión, no hay otro motivo para estar aquí»

Svetislav Pesic, seleccionador de Serbia, cumplió 74 años tres días después de que arrancase este campeonato. Parece infinito. «Sigo feliz, esta es mi pasión. No hay otra razón para estar aquí», reconoció. Hoy, si su combinado se corona con el oro mundial, se convertirá en el técnico de mayor edad en proclamarse campeón. Un récord que ostenta, actualmente, Krzyzewski —tenía 67 años cuando Estados Unidos logró el título en el 2014—.

Pero no solo eso. Además, podría ser el cuarto entrenador que consigue ser campeón del Mundo por partida doble. En Indianápolis 2002, Pesic ya vivió esa experiencia cuando llevó a Yugoslavia, con jugadores como Stojakovic, Divac o Bodiroga, al título. «Es una situación diferente y un campeonato diferente. De momento nadie pensaba que podíamos llegar, pero aquí estamos, listos para otra batalla», explicó. Quienes sí lo han logrado ya son el propio Krzyzewski (2010 y 2014), Kanela con Brasil (1959 y 1963) y Alexander Gomelsky, quien estuvo al mando de la URSS en los títulos de 1967 y 1982.

Cuatro décadas entrenando

Pesic, que posee nacionalidad alemana, se estrenó en los banquillos en 1980 en el Bosna Sarajevo. A lo largo de los años ha entrenado en Alemania, país con el que ganó el Eurobasket en 1993, y en España, donde le dio al Barcelona su primera Euroliga, entre otros. Por sus manos han pasado muchos de los jugadores yugoslavos de más clase.