La gallega enfermera que encontró su terapia enjaulada en una batalla donde «todo vale»

Iván Díaz Rolle
IVÁN ROLLE SAN CIBRAO / LA VOZ

DEPORTES

Aviguey Parra, opositora a enfermera militar de San Cibrao, se lució en una multitudinaria velada de artes marciales mixtas en el Palacio Vistalegre de Madrid

04 oct 2023 . Actualizado a las 09:48 h.

Aviguey Parra Rivas (San Cibrao, Cervo, 1994) prepara las oposiciones para enfermera militar. Mientras, libra sus particulares guerras dentro de una jaula «donde vale todo». Hace tres años descubrió las artes marciales mixtas (MMA) y su empeño ya la ha llevado a luchar y ganar en una multitudinaria velada en el Palacio Vistalegre Arena madrileño el pasado sábado. «Los eventos de WOW son los más potentes en España», apunta la mariñana, que venció a Carla Centeno tras tres asaltos a los puntos.

«Nunca había practicado deportes de lucha, pero siempre me llamaron la atención. Cuando me animé a probar estaba en un momento de mi vida en el que me sentía perdida y exteriorizar mi rabia me ha ayudado a encontrar paz. La disciplina, los horarios y el esfuerzo me hacen estar en equilibrio», desvela Avi sobre su introducción en un mundo que hoy es «parte fundamental» de su vida en Vallecas.

«Luchar en la jaula es mi terapia», repasa una joven que, tras crecer en San Cibrao y estudiar el Grado en Enfermería, decidió mudarse a Madrid. «Quise buscarme la vida porque hay muchas más oportunidades, pero entonces no sabía que la calidad de vida es mucho peor», confiesa.

En el gimnasio The Box Sutemi MMA Team practica una especialidad que combina todos los tipos de lucha federada, desde el boxeo, al K1 o grappling. «Engloba el arte del golpeo, el derribo y el suelo y se permiten ataques con puños, codos —solo en profesionales— y piernas. Hay que dominarlos todos, no vale con ser muy bueno solo en algo. Antiguamente se decía que todo vale», analiza Avi.

«Engloba el arte del golpeo, el derribo y el suelo; antiguamente decían que todo vale»

«Denantes mortas que escravas», como reza su adaptación del famoso lema de Castelao, tatuado en sus piernas, en la jaula que delimita el octógono da rienda suelta a todo lo que lleva dentro. «Mi primera pelea fue en una velada feminista muy humilde. Tuve que rebajar el peso, cuidarme y prepararme a fondo y descubrí que me motivaba», explica una mujer que ya acumula cuatro combates y se propone llegar a la división profesional del MMA. «Es algo importantísimo en mi vida, quiero seguir mejorando y desarrollarlo al máximo nivel, aunque no viviré de ello. Para eso tengo la enfermería», dice.

La pasión de Avi por las artes marciales mixtas es tal que en los meses previos a la competición dedica a su preparación «unas cuatro o cinco horas diarias». Todo para jugarse la gloria en tres asaltos de tres minutos. El sábado en Vistalegre saboreó un trabajadísimo triunfo.

Avi, a la derecha, junto a su rival en la velada del Vistalegre, Carla Centeno.
Avi, a la derecha, junto a su rival en la velada del Vistalegre, Carla Centeno.

«Carla Centeno trabaja con los San Blas Warriors, también de Madrid, es una gran boxeadora y se parece a mí porque es todo corazón. Tuve que practicar el arte del buen boxeo hacia atrás, jugar mucho con la movilidad, porque sabía que si me cortaba la distancia me jugaba el KO. Fue una batalla muy exigente de cardio y traté de ayudarme bastante de la verja para tomar aire. Estuvo muy reñido. El primer asalto fue muy dudoso, pero yo creo que logré decantarlo para mí, el segundo fue de ella y en el tercero desempaté», repasa Aviguey Parra, el huracán mariñano dispuesto a seguir dejando huella en cuantas guerras se le planteen.