La lacra del racismo va más allá de Vinícius

Iván Díaz Rolle
Iván Rolle PISTA ROJA

DEPORTES

Mariscal | EFE

31 mar 2024 . Actualizado a las 20:02 h.

«El mundo es un lugar peligroso. No por las personas que hacen el mal, sino por aquellas que no hacen nada por evitarlo». La frase que se le atribuye a Albert Einstein hace alrededor de cien años continúa plena de vigencia. España debate si realmente es un país racista mientras nadie toma medidas drásticas contra los que perpetúan esa actitud.

Este sábado varios miserables en un fondo de Las Llanas increparon al portero senegalés del Rayo Majadahonda Cheikh Sarr. Según el acta, le llamaron «puto negro» y «mono de mierda». Absolutamente nadie a su alrededor los señala, les dice que «basta ya», que son ellos los que se comportan como animales sin cerebro y que no quieren que relacionen a su Sestao River con ellos.

Con pocos minutos de diferencia y ya en la élite de la Primera División, el Getafe-Sevilla se interrumpió porque otro idiota en la grada del Coliseo Alfonso Pérez dice a Marcos Acuña que «viene del mono». En el mismo partido también llaman «gitano» al entrenador visitante Quique Sánchez Flores. De nuevo, el mutismo es absoluto entre quienes pueden identificar a los autores de los insultos.

Todo ello ocurre en un fin de semana en el que Vinícius ni siquiera jugó, cómo recordó el propio madridista en un mensaje en el que transmitió su apoyo a las víctimas de estos ataques y pidió sacar a los racistas de los estadios para llevarlos a las cárceles.

A sus 23 años, el brasileño está lejos de ser un chico modélico. Su actitud apenas ha cambiado desde aquel niño chulesco que terminó expulsado en su presentación con el Castilla en Barreiro. Es lícito decirlo, pero no por eso está justificado que sufra ni una sola ofensa a sus raíces o color de piel.

El racismo en el fútbol va mucho más allá de Vinícius, cada semana se producen capítulos de esta lacra, y hay que eliminarla ya.