El Bayern de Múnich pone a prueba al Real Madrid

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

Kai Pfaffenbach | REUTERS

Los madrileños esperan capitalizar la magia del Bernabéu para abatir al ogro bávaro y certificar el pase a su decimoctava final de la Champions

07 may 2024 . Actualizado a las 18:42 h.

El Real Madrid está feliz, pero no tiene tiempo para celebraciones. Al menos, no todavía. Cuatro días después de abrochar el título de Liga, los blancos vuelven al ruedo para lidiar con otro miura del fútbol europeo. El Bayern, antaño ogro del conjunto de Chamartín, aspira a interponerse en el camino que conduce a Wembley, sede el 1 de junio de la que podría ser la decimoctava final para el catorce veces rey de Europa en su competición fetiche.El coloso alemán pondrá a prueba la leyenda del Santiago Bernabéu.

De las quince eliminatorias de la añeja Copa de Europa en las que el Real Madrid empató fuera de casa en la ida, los blancos salieron adelante en catorce ocasiones. La excepción que rompió la regla la protagonizó el Spartak de Moscú cuando, en 1991, logró sellar la clasificación para semifinales imponiéndose por 1-3 en el Bernabéu tras remontar la diana inicial de Emilio Butragueño con un doblete de Dimitri Radchenko y otro tanto de Valeriy Shmarov.

El gigante bávaro le cerró el paso a la final disputada en 1987, tras barrerle en la antesala por 4-1 en aquel pleito celebrado en tierras germanas que ingresó en la posteridad a causa del pisotón de Juanito a Lothar Matthäus y resistir posteriormente en el coliseo del Paseo de la Castellana (1-0) en medio de un ambiente incendiario que le costaría caro a los locales después de que una bengala lanzada desde la grada alcanzase al árbitro y el guardameta del cuadro teutón, el mítico Jean-Marie Pfaff, también sufriese el impacto de otro objeto lanzado desde el fondo sur. Aquel Bayern dirigido por Udo Lattek se estrellaría luego con el Oporto de Paulo Futre y Rabah Madjer en el Prater de Viena, pero esa es una historia que no viene al caso.

Otra historia

Mucho han cambiado las cosas desde entonces dentro del clásico por excelencia en el Viejo Continente. El Real Madrid, que acabó con 31 años de sequía en Ámsterdam, ha agregado ocho orejonas a unas vitrinas que contabilizan ya catorce, mientras que el Bayern, que había enlazado sus tres primeros entorchados de forma consecutiva en los años setenta del pasado siglo, duplicaba el número de conquistas para compartir con el Liverpool el tercer escalón del podio europeo y ponerse a tiro de piedra del Milan. En el transcurso de dicho trayecto, los enconados adversarios que volverán a verse las caras este miércoles, intercambiaban papeles.

Ahora es el Real Madrid el equipo que ostenta la condición de bestia negra de un Bayern al que ha despachado en las tres últimas eliminatorias que les han tenido en bandos opuestos, siempre como preludio de un nuevo ascenso al trono del Viejo Continente. Y la corte de Ancelotti confía en mantener la racha. Para ello, los blancos han activado las liturgias habituales en esta clase de citas y presentan su poderoso batallón en perfecto estado de revista.