El Leyma se abraza con su afición en el primer día de su nueva vida como equipo de la ACB

DEPORTES

Marcos Miguez

El aeropuerto de Alvedro y la explanada del Palacio de los Deportes recibieron a los héroes del ascenso, que también fueron recibidos ayer por la alcaldesa

12 may 2024 . Actualizado a las 12:26 h.

Retumbaba el bombo ya desde la sala de recogida de equipajes. El vocerío de la multitud se filtraba por las puertas automáticas de la sala de recogida de equipajes del aeropuerto de Alvedro. Solo seis horas después, Melilla quedaba ya muy lejos, y la ACB estaba al otro lado del cristal. Esa era la nueva realidad del Leyma Básquet Coruña. La ACB.

Berrallouco, maestro de ceremonias repitió el guion, primero en el aeródromo y, después, al alimón con Sergio Tomé, el speaker, en el escenario de la explanada del Palacio de los Deportes de Riazor. Alumnos aventajados de Pepe Reina, reunieron a varios miles de personas con el reclamo del equipo de moda en A Coruña. Música, comida y bebida teñidos de naranja.

A la espera de que la niebla no cuajase y los campeones de la LEB Oro regresasen de su recepción en el Ayuntamiento con la alcaldesa, Inés Rey, otros tuvieron su momento, como las peñas (Tsunami, Nordés, Pío Pío, Os Cuñados, O Sanedrín do Forno, Espíritu 23, Mandarina y Aglutínate) y el Acorde Secreto (impactante la interpretación que ejecutó la coral del Forza e Coraxe).

Pero la irrupción estelar del autobús y el dos caballos naranjas elevó el tono y, de Raffaella Carrà se pasó a la presentación del staff, de los jugadores del Xiria (Santi, Valentín y Nahuel), al «Epi, quédate» (ya con el entrenador del ascenso delante) y al cariñosamente sarcástico «directiva, dimisión». Los máximos representantes del club no dejaron pasar la oportunidad de agradecer el apoyo del entorno, que le devolvió la gratitud con una pancarta. La comunión entre la parte social y la deportiva nunca fue tan fuerte.

Y, de la misma manera que en la estancia principal del aeropuerto, uno a uno, los integrantes de la plantilla naranja tuvieron su ración de baño de masas, acompañando su presencia con un vídeo de sus mejores jugadas esta temporada. Fue entonces cuando sonaron a voz en grito esos grandes éxitos naranjas como el «Aleix Font, te quiero», «All we need is Sebastian Aris», «Pablo, Pablo, Pablito, Pablo es... un gallego santiagués», «Ingus on fire»...

Atoumane Diagne y Gustavo Gago se llevaron las ovaciones de la noche, Yunio Barrueta llevó a su Instagram su entrada estelar en el escenario y Aleix Font se atrevió con el bombo. Varios acudieron acompañados de sus hijos, que tampoco dudaron en coger el micrófono para animar la fiesta.

Al aire libre la intensidad era otra. El ambiente festivo se sobrepuso a la alta carga de emotividad vivida a la llegada de la expedición a Alvedro, instante en el que las lágrimas se contagiaron entre los aficionados y familiares de la familia naranja. A Coruña tiene todo un año para asimilar su presencia en la ACB. Pero ayer fue el primer día de esta nueva vida.