Mbappé y Cristiano: la misma presentación con el Real Madrid 15 años después

Iago García
I. GARCÍA LA VOZ

DEPORTES

A la izquierda, Cristiano Ronaldo el 6 de julio de 2009 cuando fue presentado como jugador del Real Madrid. Kylian Mbappé, con idéntico gesto el pasado martes, en el mismo lugar, el estadio Santiago Bernabéu
A la izquierda, Cristiano Ronaldo el 6 de julio de 2009 cuando fue presentado como jugador del Real Madrid. Kylian Mbappé, con idéntico gesto el pasado martes, en el mismo lugar, el estadio Santiago Bernabéu EUROPA PRESS

El astro de Madeira y el punta parisino vivieron en el Santiago Bernabéu un primer día prácticamente idéntico. Las sospechas de que Kylian estudió los gestos y hasta el discurso del portugués crecen al observar con detenimiento lo ocurrido el martes

18 jul 2024 . Actualizado a las 22:06 h.

Cuando en 2009 Cristiano Ronaldo fue presentado por el Real Madrid como jugador merengue tenía 24 años, tan solo uno menos que Kylian Mbappé, la incorporación a la delantera blanca de cara a la próxima temporada. 15 años y 10 días separan la llegada de dos de los mejores jugadores de los últimos tiempos al conjunto que preside Florentino Pérez. En ambos casos, fueron muy deseados. En 2009 el portugués se convirtió en el traspaso más caro de la historia en aquel momento: el club blanco tuvo que desembolsar 80 millones de libras al Manchester United para verlo defender su escudo. Mbappé lleva sonando para el equipo que dirige Carlo Ancelotti al menos dos temporadas y, finalmente, desembarca en Madrid tras largo tiempo de negociaciones, que por la falta de acuerdo con su club de origen, el Paris Saint-Germain, culminaron cuando el delantero acabó contrato con su club.

Pero las similitudes en el desembarco en el Bernabéu de Mbappé y Cristiano no se quedan solo en datos y estadísticas. Formalmente, el pasado martes, la puesta en escena de ambos jugadores en su estreno fue prácticamente idéntica. Y va más allá de que haya gestos que lógicamente son muy parecidos cuando un futbolista se incorpora a un nuevo club, como besar el escudo o gritar el cántico principal.

Estadio lleno y escenario semejante

Aunque la remodelación del estadio ha convertido al Santiago Bernabéu en uno de los campos más modernos de LaLiga, con usos que van más allá del deportivo, tanto en el caso del de Madeira como en el del parisien, se colgó en pleno mes de julio el cartel de no hay billetes para verlos saltar por primera vez al verde madrileño. Con 85.000 espectadores en ambos casos, son las puestas de largo más «galácticas» de la historia.

Las entradas fueron gratuitas en sendas ocasiones, claro que quienes consiguieron tickets y ante el reclamo de ver al francés con la elástica blanca en un estadio recién reformado, aprovecharon la ocasión para revenderlas en unas plataformas digitales que no existían en 2009, algo de lo que se hicieron eco diferentes medios.

El escenario, salvo por su color, era casi igual, incorporándose una pasarela en el perímetro del terreno de juego para que todos los asistentes, sin importar su ubicación, pudieran ver de cerca a su ídolo durante el paseíllo. Pantalla gigante, tarima para las cámaras delante de la tribuna de oradores y un espacio las Champions conseguidas (eran 9 cuando llegó Cristiano, frente a las 15 en las vitrinas que ha visto Mbappé el martes) complementaban el plató dispuesto para televisiones de todo el mundo

Las caras Juan, las caras

La camiseta lógicamente sigue siendo blanca, con un diseño actualizado por el patrocinador técnico del Real Madrid, que sigue siendo el mismo desde entonces, Adidas. El dorsal fue, en su primer día, también el mismo, el 9 (después Cristiano sería CR7). La publicidad en la camiseta ha cambiado obligatoriamente, ya que las casas de apuestas no son el mejor ejemplo para los aficionados más jóvenes. La forma de lucir la remera fue de nuevo parecida, incluso en el vestuario, tanto Kylian como Cristiano hicieron un gesto casi clavado planchándola con la mano a la altura del pecho.

El saludo a la grada nada más salir del túnel de vestuarios también tuvo el mismo timing. El cálido abrazo a un presidente al que agradecerían su empeño en incorporarse a la disciplina del club fue otro de los detalles que no pasaron desapercibidos.

Mismas palabras en los discursos

Está claro que la originalidad no es la característica más habitual de las presentaciones de jugadores de fútbol. Pero en el caso de Mbappé y Cristiano, los discursos empleados fueron iguales. Uno y otro cumplen su «sueño de niño» al fichar por el Real Madrid. Esta línea principal de su argumentario se complementó con una arenga que contó con la misma cuenta atrás y que se cantó al unísono con la afición: «Uno, dos, tres, ¡Hala Madrid!».

Ahora, Kylian Mbappé, tiene el reto por delante de superar al jugador portugués más laureado de todos los tiempos mejorando los números que este obtuvo en la capital madrileña. Tres Champions League, otras tantas Supercopas de Europa, dos Ligas y dos Copas del Rey durante las nueve temporadas que vistió de blanco dejan el listón a nivel de club muy alto. Batió además a nivel personal varios récords: máximo goleador de la historia del club, máximo goleador de la historia de la Copa de Europa (marcó 105 tantos en Champions); máximo goleador madridista en la Liga (312); más partidos de tres o más goles en la historia de la Liga (34); y más tantos en una temporada con el Real Madrid (61). Batió también el récord de goles en una edición de la Champions (17) y fue pichichi en 6 ediciones de esta competición. Convocado por su selección en este mismo período consiguió la Eurocopa de 2014.