La Federación Galega de Fútbol sostiene que «el proyecto de A Coruña no es solo para el fútbol» y la Xunta reclama involucrar al gobierno central en su financiación
20 jul 2024 . Actualizado a las 16:48 h.Intervino primero Diego Batalla, secretario general de la Federación Galega de Fútbol. Y fue el suyo un discurso blanco, empeñado en la vertiente sentimental. «Vi a la alcaldesa llegar con una sonrisa y una camiseta del Mundial 82, yo lo viví como recogepelotas. Hablo desde la emoción; me emocioné cuando lo anunciaron», compartió, rompiendo el hielo de la presentación de Riazor como sede confirmada para el Mundial 2030.
«Ha sido un largo camino de dos años. Una carrera de larga distancia, con dientes de sierra (...) Hemos contado con un proyecto muy bien trabajado, difícil, por la ubicación de Riazor. Pero se notaba que A Coruña quería ser sede. Como coruñés, estoy emocionado; como representante de la Federación, encantado porque un estadio emblemático, sea sede de este Mundial», expuso, incidiendo en que «el proyecto no es solo para el fútbol, y ahí ganó varios enteros. Es para toda la ciudadanía».
Y con esta afirmación cedió su sitio en el atril del salón real del Ayuntamiento a Diego Calvo. Este, menos satisfecho que su predecesor. No por la consolidación de la propuesta —«Como responsable de los Deportes en Galicia, tengo que mostrar mi satisfacción porque al menos se escogiera una sede para el Mundial»—, sino por el entendimiento entre promotores. «A partir de ahora, comienza una nueva etapa. En ella, pedimos una mayor participación y un mayor diálogo entre administraciones. Y más cuando nosotros manifestamos nuestro compromiso de participar en la financiación de las obras y se han publicado cifras que no son ciertas», lamentó el conselleiro de Presidencia.
«Nosotros vamos a estar, indudablemente, pero tienen que participar otras instituciones», reclamó Calvo, apuntando directamente al gobierno central: «El CSD debe participar. No se entendería que España celebre un Mundial y lo paguen los concellos, las diputaciones y las comunidades autónomas. La financiación debe ser a partes iguales». Una de ellas, refrendó, será la Xunta.
Otra será el Ayuntamiento, y fue la regidora municipal la última en intervenir en el acto: «A Coruña va a ser sede del Mundial masculino de fútbol del 2030. Es un orgullo pronunciar esta frase y asumir este reto con responsabilidad (...) Estamos ante un hecho histórico».
De inicio, y en señal de desagravio, una reflexión conciliadora por parte de Inés Rey: «Una de las primeras llamadas que hice fue a Diego Calvo, para decirle que queríamos ser sede, y desde el primer momento el apoyo y la lealtad fue total». Recogió entonces el guante del conselleiro: «Esperamos, y tenemos la seguridad, de que contaremos con el apoyo de otras administraciones y entidades privadas para que A Coruña sea Mundial, y, sobre todo, sea futuro».
Evitó (también después, en una breve charla con la prensa) detallar los posibles involucrados y sus cuotas de participación. «Habrá tiempo para profundizar en lo que tenemos por delante», esgrimió en su discurso, para dejar constancia, eso sí, de que la cita planetaria «traerá avances en movilidad, innovación y tendrá un importante retorno económico para la ciudad y para Galicia».
En opinión de la alcaldesa, con el anuncio, «la segunda modernización de A Coruña se confirma como un proyecto efectivo y en marcha». Esto se debe a que, adujo Rey, «no estamos hablando solamente de un espectáculo de quince días, sino de una transformación gigantesca».
«Somos la urbe con menos habitantes del mundo que va a ser bimundial —presumió la regidora—. Lo que confirma que no hay ciudad pequeña más grande que esta». Y cerró en la misma línea: «Ahí estamos. Lo haremos bien, seguro. Con ambición. Sin complejos. Como coruñeses y coruñesas que somos».
«Reformaremos el estadio para llenarlo de blanquiazul, como obliga la lista de espera del Dépor»
«Reformaremos el estadio municipal de Riazor no solo para acoger otro mundial, sino también para llenarlo de blanquiazul, como obliga la lista de espera para ser socio del Dépor». Inés Rey quiso incluir en su discurso al club con el que el Ayuntamiento renovó recientemente el convenio de explotación del recinto —«Siempre hemos contado con ellos y lo seguiremos haciendo», insistió en un posterior corrillo con los medios—. Reseñó además que cuando se ejecute el proyecto el campo en el que juegan sus partidos los de Imanol Idiakez podrá ser escenario de «grandes eventos culturales».
«No creo en una A Coruña sin ambición y Riazor será nuestro más claro ejemplo. Vamos a aprovechar este enganche para que la ciudad crezca y mejorar la calidad urbana e industrial», sostuvo la alcaldesa en una intervención en la que repartió agradecimientos entre los miembros de su corporación involucrados en la presentación de la candidatura y el resto de entidades que han mostrado su apoyo. «El estadio está en A Coruña, pero el trabajo debe ser colectivo», razonó dirigiéndose especialmente, los representantes de las distintas localidades que han brindado sus recursos a la iniciativa. Así, acudieron a la presentación los regidores de Abegondo, Betanzos y Culleredo.
Queja de la oposición municipal
No fueron invitados, sin embargo, los grupos municipales de la oposición. Esto provocó que el Partido Popular enviara un comunicado criticando «la falta de respeto institucional de la alcaldesa en un acto relacionado con un asunto de ciudad en el que todos deberíamos estar unidos y cuya inversión, además, tendrá un gran peso en los presupuestos municipales de los próximos años».