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La pontevedresa celebra su progresión respecto a Tokio, recibe felicitaciones en la meta y confiesa saturada por el enorme desgaste mental de la preparación
11 ago 2024 . Actualizado a las 22:41 h.Acababa de terminar cuarta, a un suspiro de la medalla, y recién rebasada la meta, Antía Jácome recibió la felicitación de otra rival que se quedaba sin podio. Después de una final en la que cinco palistas mejoraron el anterior récord olímpico (44,93), y el podio exigió rebajar la plusmarca mundial (44,50), la canadiense Sophia Jensen lo tenía claro. «Me ha mirado y me ha dicho: ‘Buen trabajo, Antía'. Es que estábamos igual, no podíamos más ninguna de las dos. He llegado en un muy buen estado de forma [a los Juegos Olímpicos de París] y esta ha sido una de mis mejores regatas de la temporada», resumió la piragüista gallega.
Así que, después de su quinto puesto en Tokio, y su subcampeonato del Mundo en el 2023, sabe darle todo el valor a este cuarto puesto. Porque se marcha de París 2024, como mejor regatista, aunque tres rivales hayan completado antes los 200 metros de la final. «Estoy muy contenta. He hecho una regata muy buena, muy buen tiempo y creo que es uno de mis mejores tiempos a día de hoy. He terminado vacía del todo. De verdad que en este cuerpo no tenía nada más para dar. Me hubiese gustado subirme al podio, desde luego, pero me voy con un sabor un poquito mejor que el de ayer», comentó sobre la sexta plaza del viernes en el C2 500, frenada junto a María Corbera por el viento sureste, perjudicial para quienes palean por el lado izquierdo. «En algún momento seremos capaces de poder subirnos a ese podio olímpico», recordó en clave de equipo.
Además, Jácome, con la misma sinceridad que en las semanas previas a los Juegos declaraba que su sueño era alcanzar dos oros en París, quiso reivindicar el valor de los diplomas olímpicos, después de un evento en el que España acumula medallas de chocolate. «Un cuarto puesto hay que conseguirlo. Estoy muy orgullosa de este, de mis tres diplomas», indicó antes de volver a fijar la vista en el futuro del C2 500 con Corbera. «Estoy segura de que trabajando mucho, como hemos trabajado en este ciclo, lo conseguiremos algún día. Porque también nos lo merecemos, también nos hemos dejado la piel todos los días en el agua y algún día saldrá», pronosticó.
Los planes, más adelante
Tras un ciclo olímpico muy intenso, de solo tres años, en el que muy pronto comenzaron los procesos para clasificar barcos, Jácome quiere llegar a Galicia y descansar. «Necesito tranquilidad, necesito paz mental, saber el camino que tomar ahora mismo. Realmente necesito también desconectar del piragüismo porque ahora estoy un poco saturada. Acabo de terminar los Juegos Olímpicos y es normal que me apetezca descansar. Pero estoy feliz con lo que he conseguido. Me hubiese gustado subirme al podio, desde luego, pero he mejorado un puesto respecto a Tokio 2020 y seguiré remontando para que algún día pueda ganar la medalla», zanjó ante la pregunta, nada más terminar la final, de cómo fija su mirada ya en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
El apoyo y la frustración de su novio
Al despedir su participación olímpica, Jácome tuvo un recuerdo especial, dentro del reconocimiento a todo su equipo, a su entrenador, Kiko Martín, y a su familia. Porque su novio, Pablo Martínez, se trasladó con ella a Mallorca cuando los entrenadores Marcel y Georgina Galván plantaron a la selección española en Sevilla. Y porque en el proceso de clasificación olímpica, con unos resultados sobresalientes, se quedó a última hora fuera de la selección española. El barco que participó en su lugar, formado por Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez, de un nivel similar al suyo, se colgó el bronce. Con Pablo Martínez en las gradas de la pista de París para apoyar a Jácome.
«Quiero dar las gracias a Pablo Martínez, que ha venido sabiendo lo duro que iba a ser para él, porque al final se quedó a las puertas de clasificarse para París. Tenerle aquí para mí es increíble, porque sé lo que cuesta, sé que para él es complicado estar viéndolo desde la grada, pero ha hecho ese esfuerzo por mí. Es el primero que ha hecho todo lo posible por que yo estuviese bien, por venirse a Mallorca conmigo cuando era una situación complicada... Y de verdad que no puedo sentir más orgullo por la gente que tengo a mi alrededor», agradeció Jácome. Que citó también al entrenador que la volvió a ilusionar en aquel difícil 2022 cuando el matrimonio Galván dejó el equipo nacional. «Quiero darle las gracias también a Kiko por haberme ayudado tanto este año, por habernos dado la oportunidad de estar en Mallorca cuando nos quedamos sin entrenadores. Ha hecho lo impensable para que yo hoy consiguieron esa medalla. No ha podido ser, pero estoy segura de que algún día podré subirme a ese podio y agradecerle todo el trabajo que ha hecho a Kiko», indicó al tiempo que tuvo palabras de cariño para su compañera del C2 500, Corbera: «Quería agradecerle todo lo que ha hecho por mí, tanto en el barco individual como en el barco doble. Hemos tenido una confianza tremenda la una en la otra».